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ALERGIAS EN PRIMAVERA

Menos alérgicos al polen y con síntomas más leves gracias a las mascarillas

Más de 200.000 personas sufren alergias en Aragón: uno de cada cinco padece rinitis alérgica por polen, animales, ácaros u hongos ambientales. Y aumentan las alergias a perros y gatos al estar más tiempo en casa

ARAGÓN NOTICIAS /
Una mujer pasea con mascarilla por un jardín botánico.
icono foto Una mujer pasea con mascarilla por un jardín botánico.

Esta primavera es diferente a las anteriores. Las consultas de alergología han experimentado un descenso del número de pacientes, incluidas las de urgencia, y la sintomatología es más leve este año, según explica el jefe de Alergología del Hospital Clínico de Zaragoza y presidente de la Sociedad Aragonesa de Alergias, Carlos Colás. La razón reside en el uso de la mascarilla de forma generalizada en la población. “La mascarilla ha servido como factor de protección frente a la exposición de los alérgenos del polen, y ha reducido la entrada de pólenes en las fosas nasales y vías respiratorias”, indica Colás.

En España, más de ocho millones de personas sufren enfermedades alérgicas por pólenes, según los datos publicados por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. Siete de las cuales padecen alergias relacionadas con las gramíneas, el olivo, la arizónica (setos de jardín), el plátano de sombra, la salsola y parietaria. En Aragón, se calcula que más de 200.000 personas padecen alergias, y una de cada cinco sufren rinitis alérgica, un tipo de alergia provocada por el polen, los animales, ácaros y hongos ambientales. En la mayoría de los casos, la sintomatología relacionada con el polen aparece antes de los 30 años.

Las medidas sanitarias por la COVID-19 favorecen a los alérgicos

El uso de la mascarilla ha sido determinante en el menor impacto de las alergias en la población. A esta medida, se suman otras adoptadas durante la pandemia por COVID-19 en todo el territorio nacional como el confinamiento domiciliario y la distancia social. Todo esto ha provocado, asegura Colás, “diferencias favorables para los pacientes” respecto a años anteriores, debido a que los síntomas observados en los alérgicos han sido menos graves y, también, se han propagado en menor medida, puesto que la mascarilla y las restricciones sociales han impedido la transmisión de catarros.

Por estos motivos, el presidente de la Sociedad Aragonesa de Alergias recomienda la utilización de mascarillas en los periodos de polinización intensa, más allá de la obligatoriedad actual a causa de la pandemia y sostiene que podría ayudar bastante a los pacientes más sensibles. El especialista también insiste en que las enfermedades alérgicas, dice, “no constituyen una posición desfavorable para contraer el coronavirus” y añade que los pacientes pueden vacunarse sin problema, incluidos aquellos que sufren de rinits o asma. Además, señala que varios estudios internacionales publicados en revistas científicas de prestigio están demostrando que los pacientes con asma que utilizan inhaladores presentan menos probabilidades de tener complicaciones derivadas de la COVID-19".

Alergias al polen, las gramíneas e incluso el olivo

Las alergias al polen más características en la Comunidad, y las más comunes en las consultas clínicas, son las relacionadas con las gramíneas, y, en menor medida, con el olivo, según explica Colás. También predominan las provocadas por las amarantáceas, conocidas comúnmente en Aragón como ‘capitanas’, que crecen en ambientes desérticos y son mayoritarias en todo el valle del Ebro. En la capital aragonesa se da otra peculiaridad, debido a que abundan los árboles de ciprés y los plátanos de sombra, por lo que también son protagonistas de muchas alergias.

Sin embargo, el especialista en alergología explica que “ya hemos superado el pico de alergia al ciprés y estamos en proceso de hacerlo en el caso del polen de árbol de plátano”. El de las gramíneas está previsto que se produzca durante los meses de mayo y junio, época habitual de mayor polinización.

Aumentan las alergias a perros y gatos

Otra de las particularidades que se han observado durante esta primavera ha sido el aumento del número de personas con alergias a los perros y gatos. “En este caso se ha producido el fenómeno inverso, al estar más tiempo en casa conviviendo con una mascota, los síntomas se han vuelto más difíciles de controlar”, indica Colás.

Los alérgicos sufren congestión nasal, estornudos y lagrimeos, mientras que en el coronavirus también están presentes la fiebre, el dolor corporal y la pérdida de gusto y el olfato. Desde el Colegio de Farmacia de Zaragoza advierten que no se deben confundir esta sintomatología con los característicos de la COVID-19.  Los síntomas en las alergias al polen suelen ser similares, y se caracterizan por el picor en los oídos y garganta, la secreción acuosa de la nariz, y en algunos casos puede presentar también ahogo, asma o pitidos en el pecho. 

Respecto a las recomendaciones para evitar al máximo la explosión de la alergia, Alicia de Toro, miembro del Departamento de Aerobiología del Colegio de Farmacia, aconseja seguir con las medidas sanitarias impuestas a causa de la pandemia, como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas, evitar tocarse los ojos o la boca, además de otras como "no airear el domicilio entre las 12 y 17 horas", periodo de mayor polinización o evitar acudir a parques y jardines también durante estas horas.