Maquilla a Paris Hilton y vive en Nueva York: así es la zaragozana Virginia Martín

De Zaragoza a la ciudad donde se cumplen los sueños. Así llegó Virginia Martín a Nueva York, hace ya ocho años, para seguir cumpliendo los suyos: convertirse en la maquilladora profesional de referencia de estrellas y 'celebrities' conocidas en todo el planeta. Su agenda la ocupan nombres de mundos tan diferentes como Paris Hilton o la emperatriz iraní Farah Diba, además de otros como Lisa Rinna, la actriz protagonista de culebrones americanos como 'Melrose Place'. 

Algunos de los contactos los consigue por recomendaciones de compañeros de trabajo. Es el caso de Paris Hilton, cuyo 'manager' se puso en contacto con ella a raíz de que se la recomendase su peluquero. "La primera vez fue un bombazo para mí. Fui a su apartamento en Nueva York para maquillarla durante la Fashion Week. Su tocador tiene un espejo gigante y está lleno de focos. Me sorprendió lo cercana y buena persona que es", cuenta sobre su primer encuentro. Tras esta, llegaron otras ocasiones en las que la famosa dj, empresaria y 'celebrity' requirió del arte de Virginia. "Estuve trabajando con ella en San Valentín, tenía la pared llena de rosas y, cuando terminamos, me regaló dos cajas llenas de maquillaje". 

Virginia Martín, junto a la emperatriz iraní Farah Diva.

Su actual agenda de contactos la ha conseguido tras años de esfuerzo y atreviéndose a soñar a lo grande. "Al final, te acaba dando más caché. La gente conocida llama más la atención y yo maquillo mucho durante la alfombra roja. Trabajo con un representante que lleva 20 años dentro de esta industria en Nueva York, y me da acceso a clientes más fuertes, además de lo que yo pueda conseguir por mi cuenta", explica. Los inicios en el mundo de las sombras y el colorete fueron en el IES Santiago Hernández de Zaragoza, donde comenzó sus estudios en estética y maquillaje. Tras este aprendizaje, Barcelona y Madrid fueron sus lugares elegidos para desarrollar su carrera profesional. 

En la capital española tuvo la oportunidad de trabajar para el grupo Helena Rubinstein -engloba marcas como L'Oreal, Lancome o Armani- viajando por todo el territorio nacional durante cinco años. Esto le sirvió como trampolín para su siguiente paso, la marca de lujo globalmente conocida: Dior. Así comenzó una etapa en la que trabajaba como maquilladora itinerante en eventos, 'shows', sesiones de maquillaje para revistas y un largo etcétera. "En aquella época no había tantos maquilladores. Éramos muy pocos, y trabajábamos para una industria más pequeña y más inaccesible", indica Virginia. 

Virginia Martín, en una sesión de maquillaje a la actriz Lisa Renna.

Tras su década como maquilladora profesional en España, decidió dar el gran salto y comenzar una nueva etapa al otro lado del charco. "Al principio me fui solo a aprender inglés, con una excedencia, pero me di cuenta de que era justo lo que necesitaba. Vi más posibilidades de trabajo y decidí solicitar una visa de trabajo", explica sobre sus comienzos en Estados Unidos. No fue fácil, como ella misma relata, pero siete años después puede mirar hacia atrás y darse cuenta de que dio el paso que necesitaba en su vida. "Aquí me han pasado un montón de cosas. Una vez tuve que maquillar a la directora de una empresa, que llegaba en barco, en un Uber mientras iba hacia una gala. Todo esto en cuestión de diez minutos", cuenta entre risas. 

En 2020, la pandemia cambió los planes de todo el mundo, y también los de Virginia. Ese año tuvo que hacer las maletas y volver a su Zaragoza natal para cuidar de su padre, que se encontraba ingresado en la UCI del Hospital Miguel Servet por COVID-19. Tras dos meses de ingreso, desgraciadamente su padre falleció, dando un vuelco a los planes de Virginia. Prolongó su estancia durante un año hasta que, hace apenas siete meses, volvió a su antigua vida neoyorquina. "Por suerte, ha sido llegar y volver a llenar mi agenda. Estoy muy agradecida, algunas clientas me estaban esperando para venir a verme, la vuelta ha sido muy fácil". Aunque confiesa vivir su vida sobre la marcha, no descarta abrir su propia agencia de maquillaje ni tampoco descarta volver a España.