Publicidad
SEQUÍA

Las reservas de agua continúan a la baja en Aragón, con embalses al 47% de su capacidad en la cuenca del Ebro

El de Mediano se encuentra al 14,8% de sus reservas, 12 puntos por debajo a las de hace un año. Mientras, el embalse de Búbal apenas supera el 8%, nueve puntos menos que 12 meses atrás

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los embalses de la Cuenca del Ebro se encuentran al 47% de su capacidad.

Las reservas de agua siguen cayendo en los embalses de Aragón. Es el caso de los ubicados en la cuenca del Ebro, que se encuentran al 47% de su capacidad en la actualidad. Hace un año, en estas fechas, lo estaban al 60%, una cifra que se mantenía constante durante los últimos cinco años.

Algunos de los embalses que se encuentran en peor situación son los de Mediano y Búbal. El primero, en el Sobrarbe, se sitúa al 14,8% de su capacidad, mientras que hace un año rozaba el 27%. Por su parte, el de Búbal, ubicado en el valle de Tena, se halla al 8,6%, mientras que los últimos años rondaba el 25% de media. 

La cuenca del río Aragón no aportaba tan poca agua desde la década de los sesenta. Las escasas precipitaciones de primavera y las altas temperaturas durante los meses de junio y julio han provocado que la margen izquierda del Ebro se encuentre en situación de sequía. De esta forma, las reservas actuales de agua son un 15% menores que el promedio del último lustro. 

"En los últimos años sí que se han dado escenarios de ejercicios secos. Si después de uno de estos viene uno  húmedo, como últimamente está pasando, nos recuperamos un año con otro, pero el escenario peor es cuando vienen dos años malos seguidos", explica el jefe del área de coordinación técnica de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Alfonso Pérez.

El agua para el consumo humano está garantizado y también el de riego, pero se llevan realizando restricciones en determinados regadíos desde el principio de la campaña. Bardenas, Aragón y Cataluña II y Riegos del Alto Aragón son los sistemas más perjudicados. En este último se ha reducido la demanda de agua un 25%.

"Eso significa que la superficie sembrada está directamente proporcionada y relacionada con ese 25% de diferencia, lo que se traduce también en unas pérdidas que van a tener que asumir los titulares de las explotaciones", señala el presidente de riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas. Por eso, esperan que las lluvias de otoño e invierno hagan recuperar los niveles habituales de los últimos años.