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LUDOPATÍA

El Mundial de Catar dispara las apuestas, que crecen un 65% respecto al de 2018

En Aragón ha aumentado el número de inscritos en la Autoprohibición al Juego, pero Azajer advierte que muchos se valen de aquellos juegos que no requieren identificación

ALEJANDRO LÓPEZ /
Las apuestas deportivas online se disparan a raíz del Mundial. / Pixabay
icono foto Las apuestas deportivas online se disparan a raíz del Mundial. / Pixabay

Durante el Mundial que se está celebrando en Catar se apostarán más de 33.000 millones de euros. Es la estimación realizada por los analistas de Barclays PLC, una de las compañías de servicios financieros más prestigiosas del mundo y, además, patrocinadora principal de la Premier League, la competición doméstica de fútbol inglés. Aún restan unos días para que el mayor evento internacional del mundo del fútbol concluya pero, de cumplirse ese pronóstico, supondría un aumento del 65% respecto a la última cita, la celebrada en Rusia en el año 2018.

Estos días las transacciones en los operadores de apuestas deportivas se disparan, especialmente 'online'. Y, aunque desde el sector del azar y las apuestas deportivas la celebración de eventos de tal magnitud y datos como el que recoge Barclays supongan una nota enormemente positiva a nivel empresarial, hablamos de un mercado que trae consigo riesgos y adicciones, como es la ludopatía. De hecho, los expertos señalan que el aumento se debe al mayor consumo de este tipo que se fraguó durante la pandemia en 2020 y que ahora arrastra consigo a esos nuevos apostadores que se abrieron una cuenta en alguna casa de apuestas durante ese tiempo.

Un mundial que se está siguiendo también en las aulas. La cita futbolística coincide por primera vez en mitad del curso escolar y muchos estudiantes no titubean a la hora de colocar cuidadosamente su móvil, camuflado por algún libro o estuche, para seguir los partidos. Una conducta perseguida y castigada por los docentes que, en algunos centros educativos, directamente, han optado por bloquear el acceso a determinadas páginas web para intentar erradicarlo. 

Más autoprohibidos en Aragón

La cita mundialista pone prácticamente punto final a las competiciones deportivas en 2022. Asociaciones como Azajer anticipan que ha sido un año "con más personas registradas en la autoprohibición de la Ordenación del Juego". Un documento que se cumplimenta de manera personal y voluntaria, y que impide al registrado acceder con su documento de identificación a cualquier operador (online o presencial) de apuestas. Pero, tras el aspecto positivo de ese dato, Miriam Grañán advierte: "Los inscritos buscan otras alternativas para jugar que no requieren de identificación, como pueden ser las máquinas de los bares o los rascas". 

No en vano, el estudio del 2021 refleja que el juego de azar que más había aumentado entre los jóvenes es el conocido como Rasca de la ONCE. La directora del centro de tratamiento de la ludopatía y otras adicciones asevera que la inmediatez es "lo que más engancha". "Y ahora este tipo de sorteos los puedes hacer desde el móvil", añade. Grañán comenta también que llevan una temporada en la que reciben muchas llamadas, sobre todo de familiares. "Parece que estamos olvidando que hay juego presencial y también existen multijuegos, ruletas y tragaperras. Nos ha llegado una persona de más de 70 años con una deuda de más de 80.000 euros en máquinas de bares", detalla.  

Anuncios a todas horas

El Ministerio de Consumo comenzó a regular en 2021 la publicidad de las empresas privadas, restringiéndolos al espacio televisivo que va de 01:00 a 05:00 horas, pero lo cierto es que no es así con los sorteos y juegos de azar públicos. "No se diferencia a un alcohólico por si bebe whisky o cerveza. Por lo tanto, no entendemos que, por ejemplo, haya niños menores de edad cantando el Gordo de la Lotería", sostiene la responsable de Azajer.

En su opinión, las campañas publicitarias de entidades como las Loterías y Apuestas del Estado o la ONCE son "súper agresivas y enganchan a los más jóvenes y vulnerables". "Son precisamente los colectivos a los que hay que proteger. No vamos a centrarnos solo en los del sector privado", cuenta Grañán. El perfil que más acude de manera presencial a Azajer en Aragón es el de un hombre de entre 26 y 46 años. "Gran cantidad de jóvenes llaman, pero luego no vienen porque creen que por sí mismos son capaces de resolver el problema y, lamentablemente, muchas veces no es así", señala.