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SOSTENIBILIDAD

La escalada del precio del gas y la conciencia ambiental impulsan la construcción de viviendas 'passivhaus' en Aragón

En los últimos seis años se han certificado 1.500 casas de este tipo en la Comunidad, cuyo precio es similar a las construidas de forma tradicional

ARAGÓN NOTICIAS /
Las viviendas 'passivhaus' permiten mantener la temperatura sin necesidad de calefacción o refrigeración.
icono foto Las viviendas 'passivhaus' permiten mantener la temperatura sin necesidad de calefacción o refrigeración.

El aumento de la factura de la calefacción por culpa de la subida del precio del gas, sumado a una mayor sensibilidad medioambiental por parte de compradores y promotores están impulsando la construcción de viviendas con el estándar 'passivhaus' en Aragón. Estas edificaciones se caracterizan por utilizar mecanismos de aislamiento que permiten mantener una temperatura constante en su interior, sin necesidad de calefacción o aire acondicionado, consiguiendo un consumo energético muy bajo o prácticamente nulo.

En el programa Despierta Aragón, de Aragón Radio, el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Aragón, Juan Carlos Bandrés, ha explicado que en los últimos seis años se han certificado alrededor de 1.500 viviendas de este tipo, 500 de ellas de protección oficial. "Hemos hecho nuestros los estándares 'passivhaus' y hemos llegado a unos niveles de ejecución que permiten que el coste de construir una vivienda de este tipo sea prácticamente el mismo que el de una tradicional", ha añadido.

La unidad móvil del programa se ha desplazado a una casa 'passivhaus' ubicada en La Muela, y cuyo propietario es Víctor Millán, secretario del Colegio de Aparejadores de Zaragoza que, además, participó en su construcción. Este ha reconocido que, cuando empezaron los trabajos, en 2016, muchos les tacharon de "locos" porque esta filosofía de edificación no estaba muy extendida.

En su interior no hay radiadores, chimenea o ningún otro sistema de calefacción, pero la temperatura en invierno siempre es de 20 grados. Como ha explicado Millán, su orientación sureste permite que los grandes ventanales de su fachada recojan el calor del sol desde la mañana hasta el mediodía, y el aislamiento en puertas y ventanas consigue mantener el interior estanco, manteniendo la temperatura. "Cuando la construyes tienes que evitar que haya un milímetro de poro por donde entre el aire, así consigues que la casa sea como un termo y mantenga el calor o el frío". Y cuando los días son nublados y no hay sol, el calor de quienes viven en la casa y máquinas como la lavadora o el horno permiten mantener un ambiente agradable.

Esa estanqueidad no dificulta la ventilación del aire, que se lleva a cabo en un recuperador de calor, cuya función ha descrito Víctor Millán como "una lavadora que toma el aire sucio, le roba el 95% del calor y lo saca fuera; después inyecta ese calor al aire limpio que entra en la vivienda para mantener la temperatura constante de 20 grados". En verano, bajan las persianas durante las horas centrales del día y la temperatura solo sube hasta los 26 grados, garantizando el confort interior.

En cuanto a la diferencia de precios de construcción, el secretario del colegio de aparejadores asegura que los materiales y técnicas 'passivhaus' solo encarecen el proceso un 5% respecto a una vivienda normal, una diferencia que, defiende, se rentabiliza pronto.