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TRADICIONES

Las calles de Cetina se iluminan de nuevo con la Contradanza

El dance, uno de los más antiguos de Aragón, regresa tras dos años con la tradicional mojiganga

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Hay que remontarse a 1751 para encontrar la primera referencia escrita de la contradanza.

El dance de Cetina, en Zaragoza, es uno de los más antiguos de Aragón. Anoche, y tras dos años de oscuridad por la pandemia, la contradanza volvió a iluminar la villa. Regresaba así la tradicional mojiganga: un pasacalles de nueve danzantes en la plaza. El diablo fue el encargado de dirigir el baile a través de palmadas y órdenes, y siempre coronó las figuras, también conocidas como mudanzas, mientras las hachas de fuego iluminaban la noche.

Esta representación, considerada Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón desde 2012, se extendió durante casi dos horas y cumplió con el guion previsto de 32 escenas. "Después de dos años, y tras lo que hemos pasado, todos teníamos muchas ganas de que llegaran estas fiestas de mayo que, al ser las mayores y contar con la contradanza, nos hacían mucha ilusión", ha explicado Nines Micas, concejal de cultura de Cetina, este viernes en el programa Buenos Días Aragón. Maicas ha valorado como un "éxito" la representación de este jueves, en la que además hubo algunas sorpresas, como una pedida de mano en directo: "Les salió maravillosa".

Origen desconocido

Nadie conoce su origen. Hay que remontarse a 1751 para encontrar la primera referencia escrita de la contradanza. Una música repetitiva pone el compás a las mudanzas o escenas, que completan una contradanza en la que se suceden las figuras siempre coronadas por el diablo. 

El fuego de las antorchas es el único que ilumina la plaza y acompaña a los participantes en sus figuras acrobáticas que representan lo mitológico, religioso y lo laico. Contradanceros que deciden cuándo dejar de danzar para dar paso a generaciones más jóvenes. 

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