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CELEBRACIÓN

Jaca vive con emoción su Primer Viernes de mayo y estrena el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional

La ciudad recupera esta conmemoración tras dos años de parón por la pandemia. La hostelería espera un repunte de la actividad

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Miembros de la comitiva del conde Aznar frente al Ayuntamiento de Jaca.

Jaca vive este viernes un día muy esperado y especial. Recupera, tras dos años de pandemia, el Primer Viernes de Mayo y estrena la Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, un título honorífico concedido en 2020 y que se otorga a fiestas o acontecimientos de valores culturales y tradición popular con indudable atractivo turístico.

Como apunta Carlos García, presidente de la Hermandad del Primer Viernes de Mayo, "hay muchas ganas después de dos años sin la fiesta". Afirma que para Jaca esta es la celebración más grande que tiene, "la fiesta por antonomasia", y se trata de un evento, además, "en todos los sentidos, ya que también hay olores: a pólvora, a caballos...", señala García. 

Por su parte, el concejal delegado del Primer Viernes de Mayo, Santiago Tomás, ha señalado durante el cortejo histórico que ha comenzado esta mañana en Jaca que "va a ser un día muy grande", en el que los hoteles, restaurantes y las calles del municipio se encuentran llenas. "Teníamos muchas ganas de celebrarlo, llevábamos dos años sin poder hacerlo y desde que nos concedieron el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional teníamos unas ganas enormes", explica Tomás.  A partir de las 12.00 horas comenzará el desfile principal por las calles jacetanas y a las 14.00 horas se espera que se cante el himno.

Además, el tiempo respetará, se prevé un día de sol con alguna nube, y eso puede animar a muchos jaqueses y vecinos de localidades próximas a disfrutar aún más de la jornada. Los hosteleros se preparan también para un aumento de la clientela, algo que sin duda llega "como agua de mayo" para la recuperación de uno de los sectores más perjudicados tras los duros años de la pandemia. 

Fuentes del sector apuntan a que normalmente esta celebración no se nota tanto en la ocupación hotelera, salvo cuando el Primer Viernes de mayo coincide con el puente del día uno del mes, que entonces sí que la afluencia es mayor. En cualquier caso, afrontan el fin de semana con optimismo en las reservas. 

Una fiesta con mucha historia

Según cuenta la leyenda, este primer viernes de mayo se conmemora lo ocurrido en Jaca en el año 758, cuando un ejército musulmán trató de conquistar la ciudad. Los jacetanos, dirigidos por el conde Aznar, lucharon por evitar la derrota y cuando estaban a punto de claudicar, las mujeres de Jaca salieron en ayuda de sus maridos armadas con utensilios del hogar. La tradición apunta que, tras verlas llegar en el horizonte, los invasores pensaron que se trataba de ejércitos de refuerzo y huyeron despavoridos. 

Hay numerosos actos organizados para conmemorar esta gesta y que se prolongarán durante todo el fin de semana, aunque el acto central tiene lugar este viernes por la mañana cuando, tras la misa en la ermita de Nuestra Señora de la Victoria, arranca el denominado 'Desfile de la Victoria', en el que los participantes lucen trajes de la época y recorren las calles de la localidad para concluir frente a la Casa Consistorial, donde se canta el himno de la ciudad. 

"En el desfile participan 850 personas de la Hermandad, que sumado a la banda de música del Ayuntamiento y a las autoridades, puede llegar a las 1.000", destaca Carlos García. Este señala que se trata de una fiesta que lleva mucho tiempo prepararla: "Empezamos en febrero y seguimos durante marzo y abril con una actividad muy intensa. Hay que confeccionar y arreglar vestidos y trajes y preparar las actividades". 


Uno de los momentos más emotivos de la celebración se produce tras el desfile, cuando se canta el himno oficial de Jaca. "En la calla Mayor puede llegar a haber entre 7.000 y 8.000 personas que cantan el himno al unísono, y es muy emocionante", subraya el presidente de la Hermandad. 

García manifiesta que es una fiesta "muy arraigada entre las familias y los amigos", en la que está "garantizado" el relevo generacional. "Llevo 44 años participando, y salen también mis hermanos, sobrinos e hijos, y espero que algún día pueda ver salir a mis nietos", concluye.

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