Continuan las tareas de extinción del incendio de San Agustín, una vez estabilizado en Teruel

Continua la incertidumbre en torno al incendio declarado este jueves en Villanueva de Viver (Castellón) y que ha afectado a la provincia de Teruel, aunque el flanco izquierdo, que corresponde a la provincia de Teruel, ha quedado estabilizado, según ha explicado el director general de Gestión Forestal, Diego Bayona. Sin embargo, en el área afectada en Castellón, el fuego sigue sin control.

El perímetro del fuego, que se extiende ya hasta los 35 kilómetros, se ha mantenido, añadía Bayona, a pesar de que la jornada fue complicada por el viento, que ha hecho que se hayan reactivado algunos focos en la zona aragonesa. Pero no fue a más gracias a la estrategia de focalizar los medios en el área, ha explicado.

A pesar de todo, durante toda la noche de este sábado han seguido las labores de extinción, en las que trabajarán seis cuadrillas terrestres y seis autobombas del Gobierno de Aragón, junto a una dotación de medios de Castilla-La Mancha, para intentar controlarlo.

Y los integrantes del Centro de Coordinación Operativa (CECOP) vuelven a reunirse a las 12:00 horas de este domingo en el Puesto de Mando Avanzado (PMA), ubicado en Barracas (Castellón), para analizar la evolución del incendio. Un encuentro al que asistirá la consejera de Presidencia, Mayte Pérez.

Ha sido el presidente aragonés, Javier Lambán, el que ha presidido en la mañana de este sábado la reunión del CECOP.  Allí se ha reunido con su homólogo valenciano Ximo Puig. El presidente de Aragón, sobre el terreno, ha certificado que se vive una situación "muy complicada" por lo cambiante de la meteorología, especialmente del viento. Ha lamentado que este tipo de incendios son "cada vez sea más frecuente verlos en marzo" y ha lanzado una voz de alarma ante lo que puede ser el próximo verano, visto lo que ocurre en este momento.

Javier Lambán y Ximo Puig en el CECOP de Barracas (Castellón).

Desde Valencia, Ximo Puig, ha resaltado que el de Castellón y Teruel es un "incendio de gran complejidad"  y que hay 700 personas trabajando en su extinción. El presidente de la Generalitat ha agradecido el esfuerzo de las brigadas de extinción que han permitido "frenar el incendio en la carretera de Montán" y evitar así que se extienda de forma descontrolada por la Sierra de Espadán, un espacio protegido.

La voracidad de las llamas se debe a la casuística más nociva que existe en el mundo de los incendios forestales: que haya más de 30 grados de temperatura, menos del 30% de humedad y vientos superiores a los 30 kilómetros por hora. 

Ambos presidentes han mostrado su gratitud por la excelente colaboración entre administraciones que ha permitido la creación de un mando único, algo novedoso, que mejorará en el futuro la lucha contra los incendios.

Los últimos datos apuntan a que las llamas habrían alcanzado ya unas 3.800 hectáreas, unas 840 de ellas en la Comunidad, y han obligado a desalojar a un total de 1.500 vecinos, de los que alrededor de 250 son aragoneses. Los pueblos evacuados de Teruel son Olba y San Agustín, y la mayoría de sus habitantes han sido realojados en la localidad de Venta del Aire. 

En la lucha contra las llamas han trabajado este sábado siete cuadrillas terrestres, tres cuadrillas helitransportadas, siete autobombas y al menos 12 agentes de Protección de la Naturaleza, más los efectivos que han llegado desde las Diputaciones de Teruel y Cuenca y los que ha facilitado el Ministerio. Operarios de Castilla-La Mancha y Murcia se han incorporado a las labores de extinción, y también la UME.