El sector de la nieve se prepara para el inicio de la temporada

En poco más de un mes, en el puente de la Constitución, y si la nieve lo permite, las estaciones de esquí aragonesas podrían abrir sus instalaciones. La Comunidad cuenta con 400 kilómetros esquiables entre todas las estaciones, donde se generan cerca de 1.400 puestos de trabajo en temporada alta. A esto se suma la inversión realizada por Aramón-Cerler (Huesca) para la construcción de un nuevo remonte en el valle de Castanesa. 

Pero para que esas cifras sean una realidad, primero es necesario preparar las estaciones para la llegada de la nieve. En Aramón-Formigal Panticosa, donde han estado más de un año parados, se intensifica estos días la revisión y puesta a punto de telesillas, maquinaria y del sistema de producción de nieve en los cañones innivadores. 

Cada semana, se incorpora nuevo personal a los diferentes departamentos de las estaciones. En el caso de Cerler, en este momento, ya trabaja el 25% de la plantilla. "Estamos haciendo la revisión general, el engrase para dejarlo todo listo para intentar que no fallen en toda la temporada", explica un mecánico de la estación, donde ya se trabaja antes de que empiece a nevar.

"En cuanto empiece a hacer frío, nosotros empezaremos a trabajar con los sistemas de producción de nieve. Esperamos también las nevadas habituales del mes de noviembre", señala Mario Gómez, responsable de nieve de Teruel.

En Formigal este año esperan estrenar dos remontes. Uno de ellos, el de Pico Royo, unirá el valle de Izas con Anayet. Por su parte, en Cerler, la estación se amplía cuatro kilómetros con un remonte hacia Castanesa. Su director, Gabi Mur, recordaba que con este telesilla de seis plazas, abarcan ya tres valles: la zona de Cerler-Cota 2.000, la zona del Ampriú y la de Castanesa.

Hoteles y restaurantes también están preparados

Los preparativos de cara al inicio de la temporada de la nieve no solo han comenzado en las estaciones. Los negocios vinculados a este sector ya han comenzado a lanzar ofertas de empleo, mientras que otros gremios, como electricistas, albañiles o fontaneros, han incrementado su trabajo estas últimas semanas para poner a punto los establecimientos.

Benasque, donde ya se reparan los esquís y se coloca ropa nueva, representa a un sector del que dependen 15.000 empleos de modo indirecto en Aragón. "El año pasado fue bastante duro y esperamos que este todo fluya. Vamos a prepararnos porque durante el puente del Pilar se trabajó muy bien y la gente está con ganas", concluye Carmen Borrego, gerente de un establecimiento.