El hidrógeno verde, la alternativa a la gasolina que quiere liderar Aragón

El futuro energético pasa por la utilización de combustibles poco contaminantes que reduzcan el calentamiento global y la dependencia energética de otros países. Una de las opciones es la obtención de hidrógeno verde a partir de energías renovables. Una apuesta estratégica y de investigación que impulsa la Fundación para el Desarrollo de Tecnologías del Hidrógeno en Aragón.

El hidrógeno lleva más de dos siglos utilizándose como combustible y para generar electricidad, aunque a través de procesos que emitían gases contaminantes. Sin embargo, la electrólisis permite producirlo sin perjudicar el medio ambiente, usando electricidad en el agua para separar hidrógeno y oxígeno. En ese paso del gris al verde es fundamental la intervención de las renovables, por eso Aragón aspira a convertirse en una potencia del sector. 

"Hemos promovido la utilización de hidrógeno en general, utilizándolo como vector energético en diferentes aplicaciones y aplicando tecnología de otros en proyectos colaborativos", explica Pedro Casero, responsable del área técnica de a Fundación Hidrógeno de Aragón.

Proceso de electrólisis del Hidrógeno verde.

El futuro de esta fuente de energía en España pasa por el corredor del hidrógeno. Un proyecto de colaboración con el que Aragón, Cataluña, País Vasco y Navarra aúnan esfuerzos y medios. "Buscamos unirnos para crear un eje donde las tecnologías del hidrógeno pudieran desarrollarse y también ser motor industrial", señala el director general de Industria y Pymes, Carlos Javier Navarro. 

Un motor que alimentaría además a toda una industria auxiliar, que podría establecerse en Aragón, convirtiéndolo en una de las zonas más importantes de Europa en cuanto a la economía del hidrógeno. Además, va a permitir también que en 2025, Industrias Químicas del Ebro queme un 15% menos de gas natural y alimentará la base que la empresa Arpa está desarrollando para que el ejército la despliegue en la Antártida

"Este módulo es capaz de estar 49 días consumiendo lo que ha generado, aunque no genere durante esos 49 días energía. Nuestra idea es que acabe en la base Gabriel de Castilla del ejército español, la que tiene en la Antártida.", subraya Clara Arpa, consejera delegada de Arpa EMC.