Cuidado con el sol de abril... quema como en agosto

Después de pasar meses de lluvia, frío y niebla, nada apetece más que disfrutar de los primeros rayos de sol de la primavera. Las temperaturas del mes de abril y mayo anima a salir a la calle, disfrutar en las terrazas y, por qué no, tomar el sol. Pero, sorprendentemente, los rayos son tan nocivos en abril como en agosto, debido a que los ultravioleta "llegan a la tierra con el mismo ángulo que en plena temporada estival, lo que provoca que podamos quemarnos con facilidad", como explica el meteorólogo de Aragón TV, Eduardo Lolumo. 

A eso se suma que, tras el invierno, la piel no está preparada para una exposición prolongada al sol. "En verano somos más conscientes y ya sabemos que nos tenemos que proteger y nos aplicamos crema, pero ahora no y eso se nota en la piel". Tanto es así que, tal y como señala Virginia Barrau, farmacéutica y vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, "en estos meses ya se empiezan a ver las primeras quemaduras solares".

El que la temperatura sea suave y agradable no ayuda a prevenir los problemas derivados de tomar el sol. "Calienta con la misma intensidad ahora que en agosto, porque está a la misma altura del horizonte, pero eso no se nota tanto en la temperatura porque el aire todavía no está tan cálido como lo estará en unos meses", y eso deriva en que sea menos molesta la exposición al astro rey, tal y como indica Lolumo.

Los dermatólogos recomiendan combatir el sol de igual forma que en verano. "Gafas de sol, sombrero y protección solar son imprescindibles", subraya Barrau. Pero no vale con eso: "De poco sirve que nos apliquemos crema solar si después no la renovamos cada pocas horas". Y es que tan importante como poner la protección de forma regular es sustituir la crema cada año, ya que "los filtros se oxidan y no hacen su función". Los expertos recomiendan utilizar factores de protección de entre 30 y 50 SPF.

Con todo, se puede disfrutar del buen tiempo y de los primeros rayos de sol, pero teniendo presente que la piel está expuesta a los rayos ultravioleta y que estos son tan nocivos en pleno abril como lo son en agosto.