Cómo ha cambiado en un año la pandemia en Aragón

Aragón se encuentra inmersa en la séptima ola de COVID-19. Los contagios, al alza en las últimas semanas, no dan tregua, aunque, de momento, no se traducen en un aumento importante de la presión hospitalaria. Una situación bien distinta a la que la Comunidad presentaba en las mismas fechas de 2020.

El pasado diciembre, los aragoneses se enfrentaban a la tercera ola de la epidemia, con un pie todavía en la ola anterior. En aquel momento las cifras de contagios eran menores que las actuales, pero la situación en hospitales y centros de salud era más preocupante. La diferencia entre ambos momentos la marca la vacunación. 

El impacto de la vacunación en la evolución de la pandemia ha supuesto una disminución radical en la cifra de contagios, fallecimientos e ingresos en UCI y plantea un escenario diferente en la gestión de la situación. Así, si se comparan estas magnitudes durante los meses de noviembre de 2020 y noviembre de 2021 se aprecia una reducción de casi un 95% en la mortalidad (654 fallecidos frente a 58 según el portal Datacovid, del Gobierno de Aragón) y de un 83% de los ingresos en UCI.

La primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 se administraba en Aragón el 27 de diciembre de 2020. Desde aquel día se han administrado 2.172.461 dosis, lo que quiere decir que el 89,16% de la población diana de la Comunidad está inmunizada, y el 91,71% ha iniciado la vacunación. Del total de vacunas administradas, 937.823 corresponden a segundas dosis.

“Ahora se vive la situación bastante mejor porque estamos más protegidos por la vacuna. A mi me preocupa relativamente porque, en lo que es mi círculo cercano, no hay ningún caso”, indica un vecino del barrio zaragozano de Valdespartera.

Situación en los hospitales

Gracias a la alta tasa de inmunización, la situación epidemiológica del conjunto del territorio es más leve de lo que lo fue en 2020. La incidencia acumulada actual -a día 4 de diciembre- se sitúa en 536 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, mientras que hace exactamente un año era de 282. Pero la diferencia, más allá de esta cifra, reside en la presión hospitalaria y en la ocupación de camas. 

El pasado año, 474 camas, de las 4.182 disponibles, estaban ocupadas por pacientes contagiados por el virus, de los que 81 estaban ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos y 393 en planta. Sin embargo, ahora, con más contagios, los hospitales tienen más camas libres. En la actualidad hay 254 personas hospitalizadas por coronavirus, y tan solo 28 de ellas están en la UCI. Lo que quiere decir que actualmente la tasa de ingreso en cuidados intensivos es de un 11,02%, mientras que hace un año rondaba el 17%.

Por edades, buena parte de los contagios se registra en la población infantil, no vacunada. De este modo, la franja de edad que presenta una mayor incidencia en estos momentos es la de 1 a 14 años, 422 casos por 100.000 habitantes en la última semana, frente a los mayores de 75 años, que integran la población aragonesa con menos incidencia, con una tasa de 147 casos por 100.000 habitantes.

“No tengo miedo, lo que tengo es precaución. Ahora mismo vamos a todos los sitios con mascarilla y estoy pendiente también de mi tercera vacuna”, cuenta una vecina de Alcañiz (Teruel), localidad con la tasa de incidencia más alta de la Comunidad: 1.911 casos.

En números absolutos, la Comunidad acumula desde el inicio de la pandemia un total de 171.788 casos confirmados de COVID-19, de los que 160.303 han recibido ya el alta epidemiológica. Respecto a la mortalidad y tras la revisión semanal, en Aragón se han registrado desde el inicio de la pandemia 3.922 fallecidos. 

El pasaporte COVID anima la vacunación

En cuanto a la actual campaña de vacunación, hasta la fecha se han administrado 179.202 dosis de refuerzo contra la COVID-19 en Aragón. Además, se han incrementado "sustancialmente" las primeras dosis tras la introducción del certificado COVID para determinadas actividades, según indica el Gobierno de Aragón en nota de prensa. De este modo, en la última semana se han inoculado 3.182 nuevas primeras dosis, cuatro veces más que la media semanal de las semanas anteriores, que rondaba las 700 o 1.000 dosis.

Solo durante el día 1 de diciembre se emitieron un total de 18.479 certificados COVID de vacunación. Desde el día 25 de noviembre se han emitido 109.675 y, en total, 848.565 certificados COVID de diferentes tipos (pruebas, recuperación y vacunación).

La cifra de contactos en seguimiento desde Atención Primaria es de 6.699 personas. Durante el pico de la sexta oleada (22 de julio), la anterior a esta, se llegó a realizar seguimiento a 18.423 personas.

¿Dónde hay más contagios ahora y dónde hace un año? 

A día 5 de diciembre -datos correspondientes al día anterior- la zona básica de salud de Valdespartera-Montecanal, en la capital aragonesa, es la que más casos presenta en la última jornada con 32, frente a los dos que arrojaba hace justo un año. “Tenemos un poquito de miedo por los contagios. El año pasado ibas con mucho más cuidado, conforme pasa el tiempo parece que te relajas más, pero aún así intentamos estar alerta”, señala un vecino del barrio zaragozano de Valdespartera que pasea por el barrio acompañado de su hijo. 

La zona de Santo Grial, en Huesca, suma 31 contagios nuevos, lejos de los cuatro del pasado año. Misma situación se presenta en la localidad turolense de Alcañiz, donde se han registrado 28 positivos en la última jornada, frente a los cuatro del mismo día de 2020.

Las cifras de contagios distan mucho de un año a otro y también lo hace la incidencia acumulada. En este momento, Alcañiz es el municipio de más de 10.000 habitantes que más incidencia presenta en todo el territorio aragonés, con 1.911 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. El mismo día de 2020 se encontraba en 449 casos. 

La capital oscense registra una incidencia acumulada de 1.651 casos, frente a los 426 de hace un año. Situación parecida a la que presenta la localidad de Jaca, que se encuentra por encima de los 1.400 casos (1.477), cuando en las mismas fechas de 2020 sumaba una incidencia acumulada de 137 casos. 

¿Cómo han cambiado las restricciones?

Desde el pasado mes de octubre, todo Aragón se encuentra en nivel 1 de alerta modulado, lo que supone la eliminación de las restricciones que estaban vigentes anteriormente en aforos en todos los sectores, que se encuentran ya al 100%, así como las limitaciones horarias. En el ámbito de la hostelería, está permitido el uso de la barra y de la pista de baile y se eliminan las limitaciones en el número de personas sentadas en las mesas de estos establecimientos.

El #CertificadoCOVID será obligatorio en #Aragón para el ocio nocturno, celebraciones y eventos multitudinarios.#Sanidad publica hoy una orden estableciendo este requisito, que podrá sustituirse por prueba negativa o certificado de recuperación.

ℹ️ https://t.co/XvGkxDzFae pic.twitter.com/0Y0nEJKMnB

— Gobierno de Aragón (@GobAragon) November 24, 2021

Aunque actualmente la Comunidad se mantiene en el mismo nivel de alerta, desde el 24 de noviembre existe una nueva medida para limitar los contagios por COVID-19. Se trata de la obligatoriedad de presentar el pasaporte COVID para acceder a los establecimientos de ocio nocturno (salas de baile, discotecas y salas de fiesta). Pero el TSJA anuló esa exigencia para asistir a celebraciones nupciales, comuniones, bautizos, confirmaciones y celebraciones sociales, familiares, religiosas o civiles que pueden tener lugar en establecimientos de hostelería y restauración. 

Pero para aquellos eventos que reúnan a más de 500 asistentes en un lugar cerrado o 1.000 en espacios abiertos, también se exigirá dicho documento. 

Una situación que dista mucho de la que vivieron  los aragoneses en diciembre de 2020. “Desgraciadamente, hay un alto índice de coronavirus y no sabemos a qué se debe. El año pasado había más restricciones y estábamos peor que ahora. La vacuna ha sido un alivio para todos”, recuerda un vecino de Huesca mientras pasea por el centro de la ciudad. 

En aquel entonces, Aragón se encontraba en nivel 3 agravado -que pasó a ordinario el 15 de diciembre-, lo que suponía el cierre de todos los servicios no esenciales a las 20:00 horas, toque de queda entre las 23:00 y las 06:00 horas, y confinamiento perimetral y provincial.