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MENOS PICADURAS

A la espera de la mosca negra

El Ayuntamiento de Zaragoza advierte de la segura presencia de este insecto, presente en el Ebro desde 2010, en los próximos meses, aunque en 2020 se registró un 30% menos de consultas en Atención Primaria por picaduras

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Técnicos municipales realizan un muestro sobre la presencia de mosca negra en Zaragoza.

"La mosca negra ha venido para quedarse", advierten desde el Ayuntamiento de Zaragoza sobre la presencia de este insecto habitual a partir de esta época del año. Se establece en las zonas húmedas y cercanas a los ríos, y en Aragón ha encontrado refugio en las riberas del río EbroSu picadura -o más bien mordedura- es conocida por ser dolorosa, intensa y duradera, y también puede causar problemas de reacciones alérgicas en algunos casos.

"Es un insecto que no pica, sino que muerde, y su mordedura rasga la piel, provocando una hinchazón muy dolorosa", ha explicado la farmacéutica Teresa Alcázar. Las farmacias zaragozanas todavía no han atendido consultas relacionadas con estas picaduras, ya que "todavía es muy pronto, pues suele presentar una mayor incidencia en los meses de pleno verano, como julio y agosto", informan desde la farmacia Barrau, ubicada en el centro de la capital aragonesa.

Desde el año 2010, la mosca negra es la protagonista de la mayor parte de la atención sanitaria prestada por picaduras de insectos, según los datos publicados en el Boletín Epidemiológico del Gobierno de Aragón. En 2020 se registraron un total de 16.405 consultas por picaduras de insectos en Atención Primaria, un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior. Zaragoza acumula el grueso de consultas por picaduras con un 58,1% (9.525), le sigue Huesca con el 23,8% (3.906) y Teruel con el 18,1% (2.974).

Esta caída en las consultas por picaduras se debe al confinamiento domiciliario y la restricción de movimientos en la Comunidad provocada por la crisis sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19. “Al haber menos gente en la calle, se produjeron menos picaduras y, por lo tanto, menos consultas médicas”, indican fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza.

Desde hace años, este insecto se ha ido desplazando desde el Mediterráneo hacia el resto de la península, y uno de sus asentamientos se encuentra en la cuenca del Ebro. En las riberas de este río deposita sus huevos en las hojas de los macrófitos -un tipo de alga que se encuentra en los ríos- donde crecen las larvas que, finalmente, se transforman en moscas. Estas larvas se quedan incrustadas debajo de las hojas de las algas y se debe que actuar antes de que nazca la mosca. 

¿De qué depende que haya más mosca negra?

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza realizan tratamientos todos los años de forma periódica con un larvicida ecológico que ataca directamente a las larvas y las elimina de los macrófitos. Se trata de un producto inocuo para el resto de especies de fauna o flora, pero eficaz en la lucha contra la mosca negra. Estas labores comienzan a partir del mes de mayo y cubren la distancia que va desde los galachos de Juslibol hasta la desembocadura del río Gállego. Cada dos semanas se realizan inspecciones de los lugares en los que se encuentran las larvas de mosca negra para aplicar este producto.

 

La presencia de este insecto es variable y depende de factores clave como las temperaturas, el caudal del agua y su corriente, el viento y la cantidad de alga que se encuentra en el río. “Si un año ha habido mucha riada, hay menos algas ya que las corrientes de agua las arrastra con ellas. Mientras que en un año con poca riada se encuentran muchas más algas, debido a que se han mantenido en el mismo sitio, sin corrientes que las mueva”, explican fuentes del Ayuntamiento. Los tratamientos que se aplican cuando aún está en estado larvario contribuyen a reducir, en un porcentaje elevado, el número de picaduras registradas.

Este año se mantiene dentro de los niveles normales por lo que, por el momento, todavía no se sabe a ciencia cierta si la presencia de la mosca negra en la ribera va a ser mayor que otros años. El mayor pico de incidencia por picadura de la mosca negra se registró hace seis años, pero desde el consistorio afirman que "ahora está controlado".