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PROYECTOS ARAGONESES

Digitalización agraria o brazos robóticos: los retos de la FP más innovadora

Catorce centros educativos de la Comunidad participan en 21 proyectos de innovación ligados a empresas, con un presupuesto de un millón de euros

MAR BURGUEÑO /
Imagen de archivo de un estudiante de FP en una clase. / Foto: Gobierno de Aragón.
icono foto Imagen de archivo de un estudiante de FP en una clase. / Foto: Gobierno de Aragón.

La digitalización del sector agrario, la utilización de brazos robóticos o el estudio de las últimas novedades en vehículos eléctricos y conectados son algunos de los retos que se han puesto por delante 14 Centros Públicos Integrados de Formación Profesional (CPIFP) de Aragón. Estos centros participan en un total de 21 proyectos de innovación en la Formación Profesional ligados a empresas, para los que cuentan con un presupuesto de un millón de euros procedentes del Ministerio de Educación. 

Fuentes del Gobierno de Aragón aseguran que todos estos proyectos están pensados para generar, compartir y movilizar conocimientos entre los centros docentes, las empresas y entidades de utilidad social, para aplicarlos al contexto formativo de los grados. Del total nacional, un 15% tienen participación aragonesa, situando a la Comunidad como la séptima con mayor presencia. Además, ocho de los 21 proyectos son coordinados por centros aragoneses, es decir, tomarán la responsabilidad de la gestión administrativa, reparto de responsabilidades y gestión presupuestaria, así como la emisión de memorias y conclusiones finales. 

Un ejemplo es el Centro Público Integrado de Formación Profesional de Movera, en Zaragoza, que coordina los proyectos 'Agricultura 4.0' y 'Smart Farming', convirtiéndose así en el único centro de España que se encargará de coordinar dos proyectos de innovación con repercusión nacional. "Es todo un logro para el centro. Vamos a ser un referente nacional de la digitalización agrícola y ganadera. Y, por supuesto, de cara a la formación de nuestros alumnos va a ser una apuesta por estar a la última vanguardia de las tecnologías", señala Leire Vadillo, profesora del departamento Agrario del centro y coordinadora de 'Agricultura 4.0'.

Este último proyecto ha sido seleccionado como el cuarto mejor a nivel nacional, según explica Vadillo, y comenzará a ponerse en práctica a finales de este mes. La digitalización del sector agrario es el objetivo que buscan a través de tres temas: el agua, el suelo y los tratamientos fitosanitarios. De esta forma, este centro zaragozano trabajará junto a dos más, uno en Pamplona y otro en Lérida, y contarán con el apoyo de empresas 'partner' como Agrarium (aragonesa) y Greenfield Technologies (extremeña). La duración del proyecto es de dos cursos lectivos -está previsto que finalice en marzo de 2023- y está dirigido a los 30 alumnos de primer curso del Grado Superior de Paisajismo y Medio Rural.

Además de profundizar en las últimas innovaciones en agricultura, cuentan con otro proyecto dedicado a la incorporación de las nuevas tecnologías en la ganadería. "Consiste en formar al alumnado y al profesorado en la gestión de granjas inteligentes de porcino. Vamos a digitalizar nuestra granja para adecuar el bienestar y la alimentación de los cerdos en cada momento", explica Vadillo. Entre alguno de los retos que tratarán los alumnos del grado medio de Agropecuaria destaca el tratamiento de los purines. "Siempre ha sido un problema, así que lo vamos a ver como una posibilidad, para aprovecharlo en ganadería en la cantidad adecuada", indica la ingeniera agrónoma y profesora del centro. 

Hidrógeno verde y brazos robóticos: "Es un reto para todos"

El Centro Público Integrado de Formación Profesional (CPIFP) Pirámide de Huesca cuenta con no uno, sino tres proyectos estatales. Solo con sus nombres ya podemos hacernos una idea de lo innovadores que resultan: 'Cobots', producción de hidrógeno verde por electrólisis y 'Timberwoodchance'. Estos tres conceptos conllevan la utilización de brazos robóticos, el almacenaje de hidrógeno como fuente de energía y la realización de un simulador capaz de cortar troncos de árboles. 

Mapi Sánchez y Jesús Molina son los profesores que se encargan de la coordinación de estos tres ambiciosos retos que, reconocen, también suponen un desafío para ellos. "Al final son tecnologías nuevas para la mayoría de nosotros, te introducen en instalaciones que no conoces, que has visto parecidas pero no como estas. Es un reto para todos, alumnos y profesores. A nosotros nos sirve como reciclaje", explica Jesús Molina. 

Molina se encarga del proyecto relacionado con el hidrógeno, que tiene como objetivo generar esta fuente de energía a través de la utilización de placas fotovoltaicas y almacenarla en depósitos, para después utilizarla en pilas de hidrógeno "para mover bicicletas o patinetes, por ejemplo". El Pirámide es uno de los cuatro centros adscritos a este programa, en el que también se encuentran los centros docentes de Bilbao, Tarragona y Barcelona, y cuenta con la colaboración de la Universidad de Mondragón, ubicada en el País Vasco. 

Los otros dos desafíos los coordina la profesora Mapi Sánchez. El primero está especializado en los robots colaborativos y en su interacción con el ser humano para los 60 estudiantes de los grados de Mecatrónica y Mantenimiento Electromecánico, y el segundo está dirigido a la realización de un simulador que emula una cabina de las máquinas forestales utilizada para cortar troncos. "Los alumnos están muy contentos. Tenemos cosas didácticas que pueden utilizar que normalmente no se encuentran en los centros educativos, como un brazo robótico de 25.000 euros. Es la última tecnología llevada a las aulas", afirma Sánchez. 

Vehículos eléctricos y conectados en Teruel

El centro de Formación Profesional Bajo Aragón, ubicado en Alcañiz, también forma parte de los programas de innovación estatal y estará especializado en los vehículos eléctricos y conectados. De la mano de Ford España, contarán con un coche híbrido con el que estudiarán las dos tecnologías: "la de combustión tradicional y la enchufable". Así lo explica Rafa Alegre, profesor y coordinador de este proyecto, en el que se pretende implicar a todos los cursos: "La formación básica aprenderá las partes principales de un vehículo, el grado medio conocerá cómo se arregla y se sustituyen las piezas y el superior se centrará en la diagnosis". 

De esta forma, los centros educativos se unen con otros pertenecientes a otras provincias y comunidades, en unión con empresas para investigar en los últimos avances y novedades de cada sector. "Siempre he dicho que vamos a rebufo de la tecnología, en clase acabamos viendo materiales que llevan diez años en el mercado, así que esta es una de las formas de anticiparnos al mercado", concluye Alegre.