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DEPORTE DE AVENTURA

Barranquismo después de un tormenta: ir con un guía, examinar el entorno y precaución extra

El pasado verano, uno de cada diez rescates en montaña de la Guardia Civil fue a barranquistas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Un grupo practica barranquismo en la provincia de Huesca.

Las fuertes tormentas de las últimas semanas están afectando a la práctica del barranquismo. El aumento del caudal es peligroso, sobre todo en los cauces más angostos. También hay que tener en cuenta que los barrancos, cuando reciben grandes cantidades de agua, pueden modificar las características de sus badinas y saltos.

Los guías y expertos recuerdan que cada vez que llueve hay que valorar el barranco donde se va a realizar la actividad. Para eso, es importante conocer los cambios que puede experimentar el caudal y la orografía. Recomiendan hacer barranquismo acompañado de un guía experimentado en la materia y en la zona. 

Hay que tener muy presente que los barrancos son ecosistemas cambiantes. Sus cauces se han modificado con el paso del tiempo, esculpidos por el agua.

Las tormentas de los últimos días, que descargan muchos litros en muy poco tiempo, incrementan exponencialmente su peligrosidad, como señala el guía de Pixel Vertical, Raúl Rojas: "Siempre, después de una tormenta fuerte, hay que volver a comprobar el estado de los saltos y la profundidad de los mismos, porque puede haber arrastrado sedimentos, rocas, o madera. Entonces, puede haber hecho que un salto que el día anterior era muy profundo ese día no lo sea".

Como en toda actividad en montaña es importante la previsión y, si no tenemos formación, ir acompañados por un experto. "Si supiese algo más, sí me atrevería a ir solo, pero a día de hoy no. Iría con guía, vamos", reconoce un deportista. "La seguridad que te dan ellos no te la va a dar ir tú solo por ahí", asegura otro.

No todos los barrancos son iguales. Hay que conocer bien el tamaño de su cuenca, su vegetación y la porosidad de las rocas que los rodean. Hay que tener en cuenta todo ello para minimizar los riesgos en los parques acuáticos naturales.

"Esto atrae a un gran público, que muchas veces, al no tener la formación y la experiencia necesarias, incurren en riesgos que, a lo mejor por desconocimiento, los están asumiendo sin quererlo", subraya Marcos Broto, responsable del Comité de Barrancos de la Federación Aragonesa de Montaña. Un riesgo que se resume en las estadísticas de rescates que cada verano realiza la Guardia Civil: una de cada diez personas es barranquista.