Aragón y Cataluña: más de 200 kilómetros de terreno colindante y servicios (casi) compartidos

La suspensión del encuentro previsto este viernes en Balaguer (Lérida) entre los presidentes de Aragón y Cataluña, Javier Lambán y Pere Aragonès, por discrepancias sobre la candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, ha abierto una crisis entre dos comunidades vecinas que comparten mucho más que una simple frontera. Estas dos regiones vecinas son, desde hace décadas, aliadas en relaciones comerciales y fieles colaboradoras a la hora de compartir servicios. De su entendimiento depende el día a día de unos 40.000 aragoneses.

Los equipos de los presidentes de Aragón y Cataluña hablaron este jueves varias veces. Aragón, al ver que las posiciones seguían distanciadas y que no se mantenía una candidatura en pie de igualdad, decidió suspender la reunión. Lambán llamó a Aragonès para comunicáraselo. También llamó a Pedro Sánchez y a Alejandro Blanco. De momento no hay fecha para la nueva reunión. 

En palabras del presidente de Aragón, pronunciadas esta semana, "son muchos los asuntos que tenemos que tratar" con los "hermanos y vecinos" de Cataluña, con quienes Aragón comparte "intereses económicos y sociales". Pero, según fuentes del Ejecutivo aragonés, al existir todavía "importantes diferencias" en la candidatura olímpica, se considera que es mejor aplazar la cita de cara a no dar ningún paso atrás en un proyecto que,  asegura, beneficiará a todo el territorio del Pirineo.

La cercanía geográfica importa: el comercio es especialmente intenso entre regiones limítrofes. Tanto es así que el principal socio comercial de Aragón es Cataluña, algo que se materializa en las compras y en las ventas. También para Cataluña, Aragón es su primer cliente y su primer proveedor. Comparando con el extranjero, Cataluña le vende a Aragón prácticamente lo mismo que vende a toda Francia.

En 2019, y según los datos de la Asociación Centro de Predicción Económica (CEPREDE), las empresas de nuestra Comunidad facturaron en Cataluña un total de 5.367,25 millones de euros, lo que supone un 35,6% de lo que vende al resto de España. Principalmente, Aragón suministró a la Comunidad vecina bienes de equipo (28,6% del total), productos del sector primario (24,3% del total) y bienes de consumo (24,1%).

Pero Aragón no solo vende a la comunidad vecina, ya que en 2019 también compró a Cataluña productos por un importe de 8.960,57 millones de euros, el 44,8% de lo que compra al resto de España. En comparación con el extranjero, los aragoneses compramos a Cataluña un volumen cercano a lo que se importa del resto del mundo. Las principales compras se realizaron en el sector de la energía (34,2% del total) y los bienes de consumo (24,0% del total).

Del Pirineo a los puertos de Beceite

Desde el Pirineo oscense hasta los puertos de Beceite. Son 225 kilómetros de territorio colindante entre Aragón y Cataluña, de relaciones comerciales, de compartir servicios sanitarios, educativos, etc. Lo que obliga a que ambas zonas deban mantener un entendimiento y colaboración constante.

De este buen hacer depende el día a día de 40.000 aragoneses que viven cerca de la frontera con Cataluña. Son estos miles de personas los que se benefician de los acuerdos entre Aragón y la comunidad vecina. Es el caso de la utilización de servicios médicos, ya que, gracias a los convenios de colaboración estos aragoneses pueden, por ejemplo, ser atendidos tanto en el Hospital de Barbastro, como en el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lérida.

Lo mismo ocurre cuando se produce una emergencia en una zona limítrofe, ya sea médica o asistencial, porque los diversos servicios que hay en estos territorios se unen para cubrir las necesidades de los habitantes que pueblan esta divisoria.

El transporte es otro de los aspectos en el que las administraciones han sumado esfuerzos, facilitando la movilidad entre diferentes pueblos y la unión entre localidades y las ciudades más próximas. Entre los usuarios más habituales están los estudiantes aragoneses que se desplazan a centros ubicados en Barcelona, Tarragona o Lérida para continuar con su carrera académica. Y también las personas mayores, para los que el transporte es un medio vital para cubrir muchas de sus necesidades diarias, como puede ser la de realizar una compra o visitar a un médico especialista.

Puente de Montañana, un pueblo aragonés y catalán

Si se pregunta a un habitante de Puente de Montaña (Huesca) de dónde es, seguramente sorprenderá su respuesta. Algunos dirán que son aragoneses, mientras que otros defenderán su identidad catalana. ¿A qué se debe esta circunstancia? Pues es algo tan sencillo como que parte del casco urbano de la localidad de la comarca de la Ribagorza pertenece a Cataluña y otra parte a Aragón. En concreto, la calle de Tremp está en territorio catalán y los que allí viven son habitantes censados en Cataluña. 

Puente de Montañana. / Fotos: Ayuntamiento

Esta paradoja ocurre también en el interior de algunas casas, donde su cocina se encuentra en Aragón y su corral está en Cataluña. Pero es que, como confiesa el alcalde de Puente de Montañana, José Peris, "lo de las fronteras no estaba tan definido cuando muchas de las casas del pueblo fueron levantadas". 

La realidad es que esta circunstancia, no se traduce en ningún tipo de problemática, explica el alcalde: "No hay ningún problema de convivencia, los servicios los tenemos abiertos para todos, tanto sanitarios, como de deportes, de Comarca... Cualquier servicio se puede utilizar por parte de todos, lo que en realidad se convierte en una ventaja". 

Para Peris, la principal ventaja está en los servicios sanitarios. "Hay un acuerdo entre diputaciones y podemos ir al hospital de Vielha, Tremp, Barbastro o Lérida. Esto ya es una ventaja, porque puedes elegir cuál de ellos te va mejor, y porque la sanidad es muy importante en estos pueblos, donde somos principalmente gente mayor", relata el alcalde.

En el municipio de la Ribagorza también aprovechan los convenios en materia de transporte. "Todos los lunes hay un taxi que te lleva al municipio de Tremp y lo podemos utilizar catalanes y aragoneses". Este es un servicio que depende de Cataluña y del que se benefician todos los vecinos, y del mismo modo, la parte aragonesa aporta en otros aspectos: "Nosotros pagamos la luz que se consume en la calle Tremp y suministro de agua". "Es lo normal entre vecinos bien avenidos", asegura Peris. Y es que, para los habitantes de Puente de Montañana ser parte de Aragón y Cataluña "es más un punto de unión que una división".

En la localidad, que actualmente vive del turismo y de las granjas ganaderas, miran con optimismo hacia los Juegos de Invierno de 2030, que en caso de celebrarse podrían traer "más trabajo y asentar población en la zona", señala el alcalde. "Seguro que sería algo que nos aportaría beneficio, visibilidad y una mayor actividad", recalca Peris, que espera "que haya un acuerdo y que esos Juegos puedan llegar finalmente a Aragón y Cataluña".