Publicidad
MERCADO INMOBILIARIO

Aínsa limita las licencias para viviendas de uso turístico, que se han duplicado desde 2015

En Aragón hay 2.300 viviendas destinadas al turismo, 1.500 en la provincia de Huesca. Aínsa suspende la concesión de estas licencias para incentivar la oferta de alquiler para uso habitual

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Vista de la plaza Mayor de Aínsa.

En Aragón hay más de 2.300 viviendas destinadas al uso turístico, una cifra que se ha duplicado desde 2015. Las zonas que más alojamiento de este tipo tienen, en función de sus habitantes, son el Pirineo y Prepirineo y Teruel capital.

Por provincias, Huesca concentra la mayoría de viviendas de uso turístico, con casi 1.500 dedicadas a este fin. El problema radica en que, en muchas localidades con un alto índice de turismo, apenas quedan viviendas para los que tienen que residir allí todo el año.

Un ejemplo de eso es la localidad de Aínsa, en la comarca del Sobrarbe, donde viven unas 2.000 personas. En 2018, la población tenía cuatro viviendas de uso turístico, ahora tiene 36 con 236 plazas. Unas cifras que han hecho que el Ayuntamiento dé un paso adelante, regulando la situación poniendo límites.

De esa forma, la instalación de viviendas turísticas se  va a limitar por edificios. Cada uno podrá tener hasta un 10%, en el caso de los que están fuera del casco antiguo y un 20% para los que están en esa zona. Lo más complicado, dicen desde el Ayuntamiento es que la nueva norma obliga también a que los pisos turísticos tengan una entrada independiente y accesible para personas con movilidad reducida.

"Veíamos que estaba siendo imposible encontrar vivienda en Aínsa para gente que viene a trabajar, que viene a instalarse, y que quiere vivir en un pueblo", señala Enrique Pueyo, alcalde la localidad. 

Suspendida la obtención de nuevas licencias

El Ayuntamiento ya ha iniciado la tramitación de estos cambios, pero hasta que estén en vigor se mantiene la suspensión para conceder nuevas licencias.

La escasez de viviendas para uso habitual afecta, por ejemplo, a Vicente Gutiérrez, que lleva un año buscando un piso para alquilar en Aínsa. "Trabajo aquí y me gustaría encontrar una vivienda aquí, evitando esos desplazamientos que tienes que hacer día a día", señala. 

En las inmobiliarias de la localidad solo se cuelgan carteles de venta, lo que sumado a la escasa construcción de obra nueva y el auge de los pisos turísticos, da como resultado un mercado de alquiler casi inexistente.

"Nos encontramos con familias que quieren venir a vivir a la zona y no encuentran cómo asentarse y, además, no hay inmuebles para alquiler", confirma Francisco Rosales, agente inmobiliario en Aínsa. 

Por su parte, el Gobierno de Aragón también trabaja en la modificación del decreto que las regula, aunque opta por cambios que no impliquen prohibiciones de ningún tipo.  "Nosotros no vamos a prohibir absolutamente nada. Sabemos que ha habido alguna restricción por algún Ayuntamiento de la provincia de Huesca. Pero nosotros, por nuestra parte, no", indica Gloria Pérez, directora general de Turismo. 

En localidades como Jaca son las comunidades de vecinos las que desde los años 90 deciden si permiten o no las viviendas turísticas.