Publicidad
DÍA INTERNACIONAL VIOLENCIA Y ACOSO

Los casos de acoso bajan en las aulas pero crece el 'ciberbullying'

Dotar de herramientas a los menores, tanto a la víctima como al agresor, es clave para evitar agresiones

ARAGÓN NOTICIAS /
El 4 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar.
icono foto El 4 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar.

La pandemia ha traído consigo un descenso notable en el número de casos de acoso escolar. Así, solo el 15,2% de los alumnos piensa que en su clase hay algún compañero en dicha situación, según se desprende un reciente estudio realizado por la Fundación ANAR (Ayuda a niños y adolescentes en riesgo). Tal y como indica el informe, el 'ciberbullying' fue la forma de acoso más presente durante la pandemia. El 25% de los alumnos afirma conocer a compañeros que podrían haberlo sufrido. 

Este jueves 4 de noviembre se celebra Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el Ciberacoso. Una fecha proclamada por la UNESCO desde el pasado año con la que se busca acabar con un tipo de violencia que afecta a la población infantil a nivel mundial, y que causa importantes secuelas psicológicas. Aragón fue pionera en la lucha contra el acoso gracias a la creación de un servicio telefónico de ayuda a las víctimas (900 100 456). Desde su inicio en mayo de 2016 se han recibido un total de 1.825 llamadas, que han dado lugar a 254 notificaciones de posible acoso escolar. Se trata de un servicio que se presta 24 horas los 365 días del año desde 2018 y es atendido por profesionales de psicología especializados en acoso escolar.

Durante el curso 2020-2021 en este teléfono se recibieron 149 llamadas, de las que se han concretado 21 notificaciones de posibles casos. Por contra, en lo que llevamos de curso 2021-2022, se han recibido seis llamadas, sin detectarse todavía notificaciones. El confinamiento en los hogares, la creación de grupos burbuja, la disminución de la ratio profesor-alumno y otras medidas derivadas de la COVID-19, junto a las medidas de concienciación, han favorecido un pronunciado descenso.

Cómo tratar una situación de acoso como víctima y agresor

Según indica la UNESCO en Europa el 44% de los niños que ya habían sido víctimas del ciberacoso antes de la COVID-19 indicaron que el fenómeno se incrementó durante el confinamiento. En las consultas psicológicas, como en la de la zaragozana Alejandra García, especialista psicología infantil y juvenil, se observa una "sensación de descenso en el acoso físico, aunque el acoso sigue estando ahí", reconoce.

Tratar una situación de acoso "es compleja y abarca muchas situaciones diferentes", explica García. Sin embargo prestar atención a los cambios de conducta en el menor "es uno de los factores fundamentales para identificar si nos encontramos o no ante un caso", subraya.

"No todo son cosas de niños", recalca la especialista. Situaciones tales como no querer ir al colegio o que no le dejen jugar de manera reiterativa en el patio, "esa repetición debe ponernos en alerta", asegura. Una vez que los padres lo han detectado, uno de los primeros pasos a seguir es exponerla en el centro educativo. "El colegio y los padres deben hablar de la situación y poner los medios necesarios para evitarla", asegura la psicóloga. Incluso en el caso del acoso a través de internet, pues finalmente afecta a los quienes le educan, y por ende a la comunidad escolar. 

El trabajo en el propio hogar también se convierte en otro factor clave para el niño acosado. Según la psicóloga fomentar la autoestima del pequeño y ofrecer recursos para que sepa enfrentarse a posibles situaciones de agresión se convierten en las pautas esenciales. Por eso, afirma que se deben "inculcar habilidad sociales y respuestas asertivas como: eso que haces o dices no me gusta". Un comportamiento a evitar, recalca la especialista, es el enfrentamiento entre los padres, ya que "empeorará la situación". 

En el caso del acosador, la forma de actuar para frenar su comportamiento violento se centra en averiguar los motivos por los que reacciona de esa forma. "Debemos determinar qué le pasa a ese niño para que tenga este tipo de relación con el resto", precisa García. "También ellos necesitan recursos como las víctimas. Pero aún más aquí, es casi imprescindible el apoyo profesional", explica. Trabajar su empatía y "hacerle ver que sus reacciones también son malas para él, porque por ejemplo los demás le pueden tener miedo", son los asuntos que más tratan en las sesiones. Reuniones en las que "deben participar los padres, ya que los comportamientos de los progenitores en el hogar y fuera de él, son determinantes", asegura.

Acerca de si un acosador puede reconvertirse, la respuesta de Alejandra García es rotunda: "Sí". No obstante existe "un largo trabajo detrás en el que deben participar y poner disposición todos". 

Apps y videojuegos, escenarios preferidos del ciberacoso

Las aplicaciones más utilizadas en el ciberacoso analizadas por la Fundación ANAR son: el WhatsApp (53,9%), seguido de Instagram (44,4%), TikTok (38,5%) o los videojuegos (37,7%). A pesar de la reducción de los casos, los estudiantes admiten que han aumentado las agresiones en grupo, pasando de un 43,7% en 2018-19 a un 72,4% en 2020-21.

En su estudio se refleja que el 21,8% de ellos reconoce haber podido participar en un caso de acoso sin ser consciente de ello y el 96,4% indica que no lo haría en el caso de darse cuenta. Además, un 88,1% afirmó que la unión de los compañeros ante una situación de 'bullying' hace que el afectado se sienta mejor.

Los motivos más comunes por los que se producen este tipo de agresiones son, en primer lugar, como expone el documento, el aspecto físico, por ser diferente y por las cosas que hace o dice; seguido del origen de procedencia, orientación sexual y nivel económico.  

Una positiva conclusión que evidencia el análisis realizado por ANAR es que los alumnos "son más conscientes del daño que genera el acoso escolar", tanto a las víctimas como a sus familias, así como a todo el entorno escolar, incluido el propio agresor.