Una explosión ofensiva casi inédita

El Real Zaragoza protagonizó en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo una explosión ofensiva vista pocas, muy pocas veces desde que Juan Ignacio Martínez asumió el banquillo del club aragonés. De hecho, sólo en dos ocasiones antes, el equipo de JIM había hecho tres goles en un partido: ante el Castellón la temporada pasada, y contra la UD Las Palmas, esta campaña. Habría que retroceder mucho más para encontrar el anterior: ante el Lugo, con Víctor Fernández, justo tras el confinamiento. 

Un caudal ofensivo que rompe con tres jornadas consecutivas sin ver puerta y que es fiel reflejo de que el partido fue algo diferente a lo protagonizado por los blanquillos en las últimas jornadas. "El equipo ha sacado en todo momento su orgullo, lo hemos hablado durante la semana, que decíamos que no era normal lo que habíamos hecho y hoy la afición tiene que estar orgullosa porque el equipo ha competido muy bien", explicó el entrenador tras el empate.

El encuentro también sirvió para que Bermejo anotara su primer doblete como profesional, algo que no había conseguido ni en el Navalcarnero ni en el filial del Celta ni, hasta ahora, en el Real Zaragoza. Hasta ahora solo había marcado dos goles, el curso pasado ante la UD Logroñés y en noviembre en la victoria contra Las Palmas

Por contra, el equipo volvió a mostrar fragilidad defensiva. Fallos de marca y falta de atención en los rechaces, aunque también sufrió las decisiones del VAR, con dos penaltis muy protestados por los zaragocistas. Y aunque el primero entró, en el segundo apareció la figura del incombustible Cristian Álvarez que volvió a mostrar su versión más extraterrestre con varias paradas de mucho mérito, entre ellas el penalti decisivo ante Borja Bastón.