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Tal día como hoy: El Balonmano Huesca asciende a la Liga Asobal

El Obearagón Huesca, como se llamaba entonces, se impuso en la fase de ascenso organizada en la capital oscense

Aragón Deporte /
Plantilla del Obearagón Huesca que logró el ascenso a la Liga Asobal.
icono foto Plantilla del Obearagón Huesca que logró el ascenso a la Liga Asobal.

El 29 de mayo de 2011 es una fecha histórica para el Balonmano Huesca. Ese día, en un abarrotado Palacio de los Deportes de Huesca, el Obearagón Huesca, como se denominaba entonces el equipo, lograba el ansiado ascenso a la Liga Asobal tras vencer en la final de los playoffs de División de Honor Plata al Helvetia Anaitasuna, tras una prórroga y dos agónicas tandas de penaltis, en un encuentro marcado por la emoción. 

Nueve años después, el técnico José Francisco Nolasco ha rememorado para Aragon Deporte aquella gesta. Aquella fue su primera temporada al frente del equipo y lo cierto es que tuvo el mejor estreno posible. "La fase de ascenso fue la culminación de una gran temporada. Yo llegaba de un equipo de la B que era humilde y estaba en la zona baja. Vine a Huesca a cumplir sueños, a intentar ascender y conseguir lo que siempre se había anhelado", recuerda el técnico.

Nolasco reconoce que aquella temporada salió todo de cara desde el principio: "Tuvimos esa sensación de que podíamos hacer cosas importantes. Estuvimos durante toda la temporada en la parte de arriba, finalizamos segundos y organizamos la fase de ascenso. Para mí ya era un sueño, jamás me había visto en una situación así", explica, antes de de recordar que ser el organizador tenía un doble filo: "La fase de ascenso es un cara o cruz. El que organiza ya sabe que tiene un plus, pero a favor y en contra. A favor que tienes a tu afición y en contra es que si no sabes gestionar toda la presión que conlleva el jugar una fase en casa, pues lo tienes complicado".

El técnico de Balonmano Huesca explica que la gran final fue un encuentro muy complicado en el que su equipo dio lo mejor que tenía para hacer realidad el sueño. "Todos daban por vencedor a Anaitasuna tras su gran semifinal. Se demostró que el nuestro era una equipo de raza y, con la afición al lado, supimos gestionar y quitarnos la presión en esa final. Fue una fiesta y nos quedamos muy contentos porque hicimos realidad el sueño de mucha gente y por supuesto el mio", rememora.