SD Huesca, los puntos de una crisis
El club oscense encara lo que resta de Liga teniendo que mejorar en varios aspectos, pendiente de su nuevo entrenador
No parecía en agosto que se fueran a torcer tanto las cosas para la SD Huesca. El equipo altoaragonés empezó enlazando dos victorias que le pusieron arriba con seis puntos. A partir de ahí, llegaron los malos resultados, empezando por una dura derrota en Las Palmas.
Ahí llega el primer punto: la solidez defensiva. El Huesca se ha visto afectado en muchas ocasiones por errores individuales y colectivos que le han llevado a encajar 13 goles en 12 partidos. No es una cifra especialmente alta, pero sí que evidencia varias desconexiones en momentos clave: en Lugo encajó tres goles, dos de ellos al final; en casa el Real Oviedo y el Tenerife le buscaron fácil las costuras en dos derrotas muy dolorosas; y el Burgos supo atacarle por las bandas y salirle a la contra. Demasiadas veces ha besado la lona el Huesca o se ha dejado remontar.
Está por ver cuál es el sistema ideal para el Huesca. El 4-3-3 inicial de Ambriz mutó en un 4-4-2 al que sus jugadores nunca se llegaron a acostumbrar. Si bien el Huesca suele buscar la posesión y la presión alta, pierde muchas veces el centro del campo y jugadores como Mosquera, Mikel Rico o Seoane, claves en la medular, han pegado un bajón respecto al inicio del curso.
Dos victorias en los últimos diez partidos (las dos fuera de casa; hay que recuperar la confianza en El Alcoraz) y una plantilla que parece corta y que ha sufrido varias lesiones (Ferreiro, Cristian Salvador...) son otros temas que preocupan al aficionado oscense. El nuevo técnico tendrá que recuperar además a varios jugadores -Pitta, Gaich, Nwakali...- que no han podido brillar en las últimas jornadas.