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Permanencia a la vista

El Huesca creee en la salvación abrazado a sus buenos resultados

Juan Pablo Montaner /
Chimy Ávila celebra con Musto la victoria ante el Sevilla del pasado sábado.
icono foto Chimy Ávila celebra con Musto la victoria ante el Sevilla del pasado sábado.

El pasado 16 de enero, en su presentación como jugador del equipo oscense, Yangel Herrera aseguraba que "en la segunda vuelta se va a ver a un mejor Huesca". Por entonces costaba creer en ello. Más si cabe cuando tres días después el equipo de Francisco perdía en casa ante el Atlético de Madrid (0-3) y quedaba a once puntos de la permanencia.

Pese a la dificultad del reto, Francisco y su plantilla no perdieron la fe aunque el mensaje sonara poco tangible. Y en esa fe, en esa convicción se está basando una remontada que ya alcanza el rango de memorable. En apenas siete jornadas, ha pasado de estar desahuciado a once puntos de distancia de la permanencia, a tenerla a un partido ahora que el Celta apenas aventaja al Huesca en tres puntos.

La segunda vuelta del Huesca está siendo notable. El equipo de Francisco suma 11 puntos de 21 posibles. Las victorias ante Valladolid, Girona y Sevilla sumadas a los empates ante Real Sociedad y Espanyol, han convertido al Huesca en el séptimo mejor equipo de la segunda vuelta de la Liga. Un dato que unido al pobre rendimiento de sus rivales directos en la zona baja, han puesto al equipo a apenas un salto del milagro.

El optimismo rebosa por tanto en un equipo que ha pasado 21 de las 26 jornadas disputadas sumergido en la zona de descenso, 20 de ellas como colista. Una condición que podría abandonar pronto ya que tanto Villarreal como Rayo Vallecano solo le aventajan en un punto. Aunque esa felicidad no hace olvidar que toda queda mucho por remar y que el calendario se complica en las próximas semanas con las visitas a Getafe y Real Madrid, dos equipos de zona Champions, y los duelos en casa ante un Alavés acostado en zona europea y el duelo clave ante el Celta, que se antoja decisivo en esta carrera por lograr la permanencia.