Objetivo: conseguir un triunfo tan difícil como necesario

Tan difícil como necesario y esencial. Un muy herido Real Zaragoza en todos sus aspectos afronta hoy (16:00 horas) su enésima final, esta vez ante el Espanyol. Hundido en el descenso y tras diez partidos sin ganar, el equipo aragonés no puede encarar de otra forma el encuentro en el RCDE Stadium. Dificultades, varias. La primera, una situación de sensaciones funestas que afecta desde la plantilla hasta la directiva, pasando por la dirección deportiva. Posibles tiempos de cambio de los que los pupilos de Iván Martínez se tienen que abstraer. La segunda, la plaga de lesiones: esta vez, Adrián y James son los lesionados. Otra vez el Zaragoza tendrá que levantarse para medirse a uno de los gallitos de la temporada. Diego López, David López, Fran Mérida, Darder, Embarba o la estrella Raúl de Tomás (ocho goles lleva ya), aparte de los exzaragocistas Cabrera y Puado forman una pléyade de nombres que de normal estarían en Primera División. 

 “Ojalá se nos dé bien, es contra el presupuesto más grande de Segunda División y qué mejor escenario que empezar a ir hacia arriba con ese contexto”, decía Cristian Álvarez en la previa, pese a la situación de su equipo. “Creemos que podemos ganar mañana al Espanyol y si no lo creyéramos sería mejor ni jugar”, seguía Iván Martínez en la misma línea. Discursos que el zaragocismo espera que vayan más allá que de cara a la galería. Es necesario que el Real Zaragoza logré encontrar la forma de hacerle daño en su feudo a un Espanyol que lleva tres partidos sin ganar. El calendario sigue corriendo ajeno a las urgencias blanquillas y la plantilla necesita levantarse ya.