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La Copa del Calderón cumple 25 años

Fue el primer gran éxito de un equipo que conquistaría Europa en 1995

Juan Pablo Montaner /
Miguel Pardeza levanta la cuarta Copa del Rey del Real Zaragoza.
icono foto Miguel Pardeza levanta la cuarta Copa del Rey del Real Zaragoza.

El 20 de abril siempre será una fecha ligada a los buenos recuerdos del zaragocismo. En concreto a las grandes noches del equipo. Ese día, hace ya 25 años, el Real Zaragoza conquistaba ante el Celta de Vigo su cuarta Copa del Rey, confirmando la grandeza de un grupo que volvería a la gloria, en este caso continental, una temporada después. 

Aquella noche, el Real Zaragoza alcanzaba la final del Vicente Calderón con la obligación de sumar una Copa que devolviera la ilusión a su afición. Era el favorito, pero el equipo llegaba con la prudencia que le obligaba el recuerdo de la final copera del curso pasado. Entonces, un Zaragoza grande perdió en Mestalla ante el Real Madrid (2-0) en la final de 1993, aquella de la que todos recuerdan la actuación del colegiado Urío Velázquez. Con ese precedente en mente, el Real Zaragoza no quería volver a llevarse un disgusto. Y el partido fue duro, bronco y angustioso por momentos. Pese a gozar de ocasiones claras, ninguno de los dos equipos fue capaz de batir la portería rival y el duelo se vio embocado a la tanda de penaltis. Ahí Cedrún frenó a Alejo, Higuera engañó a Cañizares y el 'Paquete' se encaramó a la grada del Calderón para celebrar con su afición un título que por fin encumbraba a un equipo en crecimiento. 

Todo había arrancado en el infierno de la promoción de 1991 ante el Murcia. Víctor Fernández rescató al equipo del descenso y comenzó una progresión pocas veces vistas en el fútbol español. Un año después el Real Zaragoza se clasificaba para jugar la Copa de la UEFA. En 1993 jugó la desdichada final ante el Real Madrid tras la que Víctor Fernández, enrabietado por el modo de la derrota, dejó una frase para la historia: "Algún día seré campeón de Copa con el Real Zaragoza". Tardó tan solo un año en hacer realidad aquella profecía. 

Aquel título ante el Celta de Vigo conquistado en el Vicente Calderón en 1994 acababa con una década de sequía de títulos y suponía el germen de uno de los mayores hitos del club: la conquista de la Recopa de Europa en 1995. De hecho, como ya hiciera Víctor en 1993, Andoni Cedrún se convirtió en la celebración de ese título en 1994 en el nuevo profeta. Prometió la Recopa de Europa a la afición en la celebración en la Plaza del Pilar. Y cumplió con su promesa.