Este Real Zaragoza está muy vivo (1-0)

Este Real Zaragoza está muy vivo. Nunca se terminó de ir, pero tras tres partidos sin ganar los de JIM han demostrado contra el Girona que son uno de los equipos que mejor fútbol hace de la categoría y que cuando la suerte acompaña su esfuerzo tiene su premio. Los play off están a seis puntos tras la victoria... algunos pensarán que es demasiado; otros, que el tren aún no se ha ido y que existe el derecho a soñar. Borja Sainz levantó de su asiento a una grada sobreexcitada tras una semana de emociones extradeportivas; el resto de partido trató de competir hasta el final. La moneda salió cara ante un Girona que venía de ganar los últimos cinco encuentros y las escenas de alegría tras el pitido final de La Romareda auguran que el curso ni mucho menos se ha terminado aún.

El encuentro empezó movido ya desde el principio. Pasados dos minutos, Chavarría se deslizó por la izquierda y asistió con sutileza a un Azón que colocó el pie con inteligencia para anticiparse al central Juanpe, pero Juan Carlos evitó el primer grito de alegría de la tarde. El partido había comenzado fluido y limpio, con dominio zaragocista y oleadas de un Girona que jugaba en largo buscando lanzar a sus rápidos carrileros. En una falta provocada por Vada, Eugeni hizo que Juan Carlos tuviera que emplearse a fondo para volver a desbaratar el gol blanquillo. Respiraba el conjunto aragonés cada vez que pisaba campo contrario, manteniendo muy bien el balón con Bermejo, Vada o Borja Sainz, pero el Girona también amenazaba. Como en el minuto 28, cuando un duro disparo de Lozano calentó los guantes de Cristian. Pero a quien le correspondió romper el guion fue a Borja Sainz: con calidad se fue de Juanpe y de Bernardo en el centro del campo, galopó hasta llegar al área y e hizo que la pelota besara las redes con una magnífica cuchara. 1-0 en una Romareda feliz que quería más. Tras el gol el equipo se desató y empezó a jugar y tocar. Un recital que desquició al Girona hasta la llegada del descanso.

Tras el refrigerio, Míchel cambió el sistema y movió el banquillo para quitar un central y dar entrada a Samu Saiz y Terrats. Los catalanes salieron mejor, pero los de JIM siguieron bien plantados, sin apenas conceder. Generando juego y buenas ocasiones blanquillas fueron cayendo los minutos sin ese ansiado 2-0. No fue por falta de ganas, pero faltó pólvora. Nárvaez y Azón no lograban culminar ante Juan Carlos, mientras Míchel iba poniendo en escena todas las armas que tenía en el banquillo, por ejemplo Stuani: el Girona se movía como una amenaza silenciosa. JIM tuvo que tirar de creatividad para mover el equipo: el tocado Eugeni le dejó su sitio a Lluís López, Sabin probó por Vada...

Así se llegó al último cuarto de hora, con caras nuevas en el campo: Nieto y Nano por Azón y Borja. Con más posesión gerundense pero jugando con mucho criterio y tocando bien en el centro del campo, descontaba los minutos un Zaragoza que no cambiaba el guion. Stuani la tuvo en el 86, y un minuto después Cristian salvó a su equipo con una salida providencial que acabó en choque con el delantero. La afición estalló en cólera cuando se añadieron nueve minutos de descuentos. Una cifra sobredimensionada que convirtió los últimos minutos en un continuo estado de nervios culminado con el estallido final de alegría. No se ha acabado aún el curso, ni mucho menos...

Ficha técnica: 

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez, Francés, Jair, Chavarría; Zapater, Vada (Sabin 67'), Eugeni (Lluís 67'); Borja Sainz (Nano Mesa 78'), Bermejo (Nárvaez, 56') e Iván Azón (Nieto 78')

Girona: Juan Carlos; Bernardo (Terrats 46') (Pablo Moreno 59'), Juanpe, Santi Bueno; Arnau Martínez, Pol Lozano (Samu, 46), Aleix García, Jairo Izquierdo; Álex Baena (Valery 70'), Iván Martín y Nahuel Bustos (Stuani 59').

Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego): amonestó a Francés (32'), Bustos (43')

Goles: Borja Sainz (32')