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El Pamesa Teruel Voleibol sufre para cerrar la primera victoria de 2023 ante Melilla (3-1)

Con esta victoria (25-20 / 25-19 / 23-25 / 25-23) el equipo naranja se coloca tercero

Aragón Deporte /
Imagen del partido entre Pamesa Teruel Voleibol y Melilla
icono foto Imagen del partido entre Pamesa Teruel Voleibol y Melilla

La primera victoria del Pamesa Teruel Voleibol esta temporada llegó en octubre ante el Club Voleibol Melilla (3-1). Fue un momento de alivio después de una dolorosa derrota ante Soria. Esta misma situación se ha repetido ahora, a mitad de enero, pero esta vez al calor del hogar. Primera victoria de este 2023 para el cuadro naranja que se coloca en la tercera posición de la Superliga por detrás de Guaguas y Río Duero Soria.

Ya lo advirtió en la previa Maxi Torcello. A pesar de que el Melilla llevaba menos ritmo de competición al aplazarse su partido de la semana pasada, sus pupilos debían estar ordenados y agresivos para evitar que el cuadro visitante sacase a relucir su calidad. Y ellos siguieron la directriz a pies juntillas. El Pamesa Teruel arrancó fuerte en ataque, serio en el bloqueo, aunque la manga estuvo condicionada por los errores, escasos pero determinantes, y también por la fortuna -o mejor dicho, por su ausencia-. Remates que se marcharon fuera por milímetros, bloqueos que beneficiaban a Melilla… y con ese intercambio de golpes ambos conjuntos llegaron igualados a los ‘Veintes’. En ese momento, la entrada de Muryllo Coutinho y Víctor Méndez a la cancha deslocaron a Melilla y dieron un plus de intensidad al cuadro naranja, ese empujón que necesitaba para cerrar el 1-0 (25-20).

Si en el primer set el equipo de Maxi Torcello demostró que un buen bloqueo da puntos, en la segunda manga interpretó ese mismo guion de carrerilla, hasta la última coma. En este acto, Emilio Ferrández fue el encargado de llevar la voz cantante en tareas ofensivas. De sus manos salió la mayoría de puntos del equipo naranja. Puntos de todos los colores: potentes, con toques picados por encima de los bloqueadores azules, que poco a poco se acumulaban en el marcador. No obstante, el cuadro melillense fue capaz de seguir el rebufo naranja sin dejar que la escuadra turolense se escapase más allá de 4 puntos. Un tiempo muerto del técnico del Pamesa Teruel con 20-17 fue decisivo para relajar la intensidad de la pista; cortar el breve pero preocupante arreón de Melilla, y de paso afrontar el tramo final con más cabeza. Con esta directriz y las buenas acciones de Emilio Ferrández y Dexter Edwards, el segundo set también cayó para los locales. 2-0 (25-19).

A Melilla le quedaba la última bala, la del todo o nada. Y la utilizaron nada más comenzar la tercera manga para ponerse 2-4 a favor y obligar a Maxi Torcello a detener el juego después de encajar cuatro puntos consecutivos. Con el rival crecido, con ganas de demostrar que todavía estaba vivo, el equipo turolense despertó de su pequeño letargo. Un par de bloqueos por aquí, genialidades de Vildósola por allá -y también la ayudita por errores del rival- permitieron igualar la contienda hasta el tramo final. No obstante ese despertar no fue suficiente para sentenciar el partido por la vía rápida. Dos recepciones fallidas dieron alas al cuadro melillense para poner el 2-1 (23-25).

Cuarto set en el que el Pamesa Teruel Voleibol debía retomar el control, recuperar el orden y la agresividad que había demostrado en los dos primeros actos. No  demostró el buen juego y la eficacia del comienzo, pero sí que tuvo una versión eficiente para forzar errores del contrario que se tradujeron en puntos a favor. Ya en la muerte súbita de la manga, Dexter Edwards tiró de picardía, de reflejos para cerrar el set 25-23, y la primera victoria del año. 3-1.