El éxito del CD Teruel, campeón de invierno tras una primera vuelta de ensueño

"Se ha visto un líder en condiciones que manda un mensaje a sus rivales muy importante". Víctor Bravo, entrenador del CD Teruel, no pudo ser más tajante en la rueda de prensa postpartido tras el triunfo por 1-0 ante el Manresa. El conjunto turolense volvía de Navidad como mejor sabe: venciendo. Lo hizo de la manera que más domina, por la mínima: así han llegado 7 de sus 10 victorias, por 1-0 o 0-1. Unos números que no son casualidad sino mérito. Con once tantos encajados en 16 jornadas es el equipo menos goles concede de su grupo. Guille Andrés fue el anotador del último triunfo; era su cuarto gol: empata a Villa y se coloca a dos de Emaná. 

"Seguimos compitiendo bien. A los jugadores les he dado la enhorabuena por su semana de trabajo, por su intensidad y calidad con el balón. Tenemos una dinámica, un aura, una energía muy positiva. Las sensaciones son inmejorables", explicó Víctor Bravo tras ganarle al Manresa. Las claves del éxito: un bloque muy definido que ha vivido de todo. Víctor Bravo colgó las botas en el Teruel y en 2020 cogió las riendas de un equipo muy herido que venía de caer en los play-off de ascenso a Segunda B. El entrenador le hizo creer a sus excompañeros y en 2021 ascendieron tras quedar líderes de Tercera División a la recién creada Segunda Federación. Desde entonces, fichar con inteligencia, paciencia con los resultados y hacer de Pinilla un fortín (con una afición cada vez más fiel) han sido las otras claves del éxito de un equipo que en la jornada 16 le saca 5 puntos al segundo clasificado, el Espanyol B. 

La base de Tercera División

"Estamos normalizando algo que no es normal, que es ganar a menudo", explicaba Víctor Bravo. Si bien lo que no es tan común en el fútbol de categorías inferiores es mantener una base en la plantilla. Taliby, Cabetas, Julen Hualde, Redolar, Borja Romero, Aparicio, Kevin Lacruz y Carlos Javier son los ocho jugadores que siguen desde que el Teruel estuviera en Tercera. Algunos llevan desde 2019 o 2020, y han crecido como futbolistas en un equipo que juega de memoria en Segunda Federación. El año pasado se quedaron a las puertas de ascender tras caer en la final contra el Mérida; este, han salido más fuertes. 

Mientras, llegan fichajes de calidad. Como un Emaná que arriba es una referencia. O el joven central gallego Hermelo, que el año pasado fue un baluarte atrás y acaba de volver en el mercado invernal; o un Guille Andrés que arriba no deja de sorprender con su magia. Un proyecto continuista endurecido a base de sinsabores en Tercera y curtido con trabajo y método. Poco a poco el Teruel se va modernizando con unos recursos técnicos y de material con los que ni hubieran soñado hace dos años. Ahora, espera una segunda vuelta apasionante.