El CD Fuentes cae con honor ante Osasuna (1-4)
El equipo zaragozano ha plantado cara durante muchos minutos al conjunto navarro
El sueño del CD Fuentes en la Copa del Rey toca a su fin. El equipo zaragozano se despide de la competición tras caer ante Osasuna (1-4). Lo ha hecho con honor y orgullo en un duelo en el que durante muchos minutos le ha plantado cara ante todo un rival de Primera División. Un partido histórico para esta localidad que su afición, que ha llenado a reventar el campo de San Miguel, ha disfrutado por todo lo alto.
El duelo comenzó con el Fuentes poniendo el ánimo y la grada empujando con todas sus fuerzas y Osasuna mandando en el juego. El primer aviso lo dio Roberto Torres con un disparo lejano que se fue por poco en el minuto 2. Tras esa amenaza inicial, el Fuentes se defendió de forma ordenada y se vivió un curioso duelo ente Budimir y Borja León, en el que sin duda salió vencedor el meta del Fuentes. El delantero de Osasuna, convocado por Croacia para el Mundial de Qatar 2022, fue incapaz de encontrar el gol en San Miguel. Las excelentes intervenciones del meta local en unas ocasiones y su falta de puntería en otros hicieron que fallara hasta cuatro ocasiones claras. Borja León también supo desbaratar remates muy peligrosos de Roberto Torres o Rubén Peña antes de que Brasanac premiara el dominio del Osasuna con un gol de disparo cruzado en el 42. Fue entonces cuando el Fuentes, que apenas había amenazado la meta de Juan Pérez, reaccionó y en menos de dos minutos encontró el empate en el 44 en una gran acción de Requeno, uno de los mejores del CD Fuentes en el duelo.
En la segunda parte Jagoba Arrasate movió el banquillo en busca de una reacción de los suyos y no le pudo salir mejor. En apenas cuatro minutos, un Nacho Vidal recién incorporado ponía el 1-2 en el marcador en un tanto que pareció hundir las esperanzas del Fuentes. Cinco minutos después Kike García ampliaba al distancia con el 1-3 en un buen disparo cruzado y ahí el duelo acabó muriendo. El propio Kike García puso la puntilla en el 64 con un 1-4 que castigaba en exceso el ordenado partido que había hecho el equipo local, a esas alturas ya roto en lo físico tras el exigente esfuerzo realizado. De ahí al final, el Fuentes pisó en contadas ocasiones el área rival y el Osasuna durmió el partido. Solo Esteban en la última acción del partido pudo mover el marcador con el segundo tanto de los locales, pero su remate se fue por poco.
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