El caso César Yanis y sus parecidos durante estas últimas temporadas

César Yanis aterrizó en Zaragoza de forma discreta. Un fichaje sin ruido, tan desapercibido como su rendimiento con la camiseta blanquilla. Tomó tierra una calurosa noche de agosto. Pasó el reconocimiento médico, firmó el acuerdo de cesión por una temporada y, sin presentarse oficialmente, embarcó de nuevo para desandar el camino rumbo a Panamá y unirse a la selección. 

El propio César Yanis afirmó a su llegada que "cuando me pusieron la propuesta de Zaragoza no lo pensé. Sé la gran institución que es este club por la historia que tiene y los aficionados y bueno, la verdad es que vengo con mucha ilusión". Casi cinco meses después, Yanis podría estar a punto despertarse de su sueño europeo. La Copa ha sido una pequeña válvula de escape. Su nombre apareció en el once titular ante Mensajero y Burgos, y apenas participó en el choque contra el Sevilla. Pero en la Liga, la situación cambia. 65 minutos repartidos entre los compromisos ante el Oviedo y el Mirandés en La Romareda. Todos en el mes de octubre. Y con motivo de Halloween, JIM le puso la cruz. 

Al otro lado del charco, no entienden la pesadilla que vive su compatriota, condenado al ostracismo a la par que acumula buenas actuaciones con la selección. De momento, banquillo y manta mientras observa la sequía goleadora del Real Zaragoza. 

También ha habido otras situaciones extrañas con jugadores en el Real Zaragoza. Muchos llegaron con sus mejores intenciones, y casi ni se les vio. Jugadores cuyas apariciones se cuentan con los dedos de una mano y la razón de su fichaje resultó una incógnita.  En la temporada 2015-2016, con Julià como director deportivo, se vio desde el joven inexperto Popa; a la vieja gloria Samaras; o un Bagnack que nunca encontró su sitio.

Una temporada antes, Ranko Popovic reclutó a un Aria Hasegawa que tras cinco partidos como titular y pocos minutos más, se marchó junto con el serbio en diciembre. Era su primera aventura fuera de Japón, país del que ya nunca más salió.

Con Lalo Arantegui llegó en el invierno de 2018 Jesús Alfaro para jugar muy poco, en total 70 minutos. Ese mismo año fichó a un optimista Jeison Medina. Nada más lejos de la realidad. Tras jugar solo un cuarto de hora en total, el colombiano se fue en enero. André Pereira y Vuckic fueron sus siguientes fichajes, que tampoco pudieron marcar en los poquísimos partidos que tuvieron.