CD Teruel se queda a las puertas del sueño del ascenso (2-0)

No pudo ser. El gran año del CD Teruel no tuvo su premio en la final contra el AD Mérida. Y no fue por falta de merecimiento, sino todo lo contrario. El conjunto mudéjar mereció ganar, tuvo oportunidades buenísimas para marcar gol y solo la mala suerte y un arbitraje nefasto le privaron del ascenso a la Primera RFEF. Para todo lo demás, quedará el esfuerzo derrochado en La Nucía, el increíble desplazamiento de la afición mudéjar para arropar a su club contra los extremeños y un año en el que han llegado a ir primeros de su grupo durante muchas jornadas. El Teruel puede sentirse orgulloso...

Una final por el ascenso que empezó con mucho ritmo. Aparicio sacó a relucir su zurda para soltarle un envío de oro a un Emaná que cabeceó fuera por muy poco. Poco después fue Guille Andrés el que remató desviado con la testa tras un gran centro de Alfredo. Tras el fulgurante arranque turolense -en el que el árbitro desdeñó un penalti a Aparicio que pareció claro- el choque se calmó: las faltas, el centrocampismo y la intensidad fueron la tónica. El drama llegó en el minuto 40, cuando Lolo Plá le robó la cartera a Carlos David y se le fue en velocidad para ponerse delante de Taliby; el zaguero le agarró de la camiseta y lo derribó. Roja directa para el desconsolado defensa, y un partido se le ponía muy cuesta arriba al Teruel. Víctor Bravo no esperó al descanso para mover el banquillo y darle entrada a Hakim por Guille Andrés. 

Avisó el Mérida nada más comenzar la segunda parte por medio de un Lolo Plá que se quedó a centímetros del gol, pero el Teruel logró levantarse y con uno menos cuajó sus mejores minutos. En el 61, un globo de Borja Romero acabó con un cabezazo de Emaná que hizo que Montoya metiera la mano de la tarde. Un auténtico paradón al que siguió otra clara ocasión del propio Borja. Pese a la inferioridad, el Teruel rozaba el gol. También tuvo que emplearse a fondo Taliby para sacarle el gol a Lolo Plá tras un córner. 

El partido entró en una recta final intensa pero sin grandes ocasiones. Un disparo desviado de Hugo fue lo más destacado de un Mérida que era incapaz de plasmar su superioridad numérica, ante la resistencia y el desgaste turolense. Los extremeños lo intentaban pero no había manera, mientras que el CD Teruel había dado un lógico paso atrás: con un jugador menos había que guardarse las fuerzas. Así se llegó a la prórroga, con Kevin y Tatín sobre el campo por Borja Romero y Alfredo. Con el calor y la fatiga apoderándose de las piernas rojillas, José Gaspar ejecutó a los turolenses al conectar de primeras un centro por la izquierda. Tras el jarro de agua fría, Cabetas vio la roja por un flojo manotazo a un rival, y el duelo ya se puso imposible. Con nueve el Teruel no bajó la cabeza, sino todo lo contrario. Dieron una lección de coraje y profesionalidad, buscando un gol que rozó Fabio Conte tras un disparo de Jaime. Con un colegiado Juan Francisco Roca desatado (la lluvia de rojas llegó al banquillo, con dos expulsiones a los suplentes), el Mérida no lo tuvo difícil para sentenciar. Al final, 2-0 en un partido para estar orgullosos del esfuerzo del equipo.