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Arturo Sisó, la voz de la Recopa

Repasamos con el que fuera speaker del Real Zaragoza los recuerdos de aquella final inolvidable

Aragón Deporte /
icono foto Arturo Sisó, speaker del Real Zaragoza en la final de París.

La Recopa de Europa que conquistó el Real Zaragoza en 1995 tuvo una voz inconfundible. Fue la de Arturo Sisó, quien por entonces -y durante muchos años- fue speaker del Real Zaragoza. Como no podía ser se otra manera el fue la voz del Real Zaragoza en París, aunque para alcanzar ese momento tuvo que pasar días de incertidumbre. "Yo viajaba a París como periodista acreditado por Diario 16 Aragón. Fechas antes de la Recopa se habló de la posibilidad de que los speakers estuvieran allí, pero no se había cerrado en firme. La víspera de la final, a los pocos minutos de que Juanmi se retira y ya se sabe que va a ser Cedrún el portero, el Real Zaragoza me comunica que al final voy a estar siendo una de las tres voces del Parque de los Príncipes de París", recuerda.

Tras conquistar la final, la labor de Arturo Sisó no termino. Todavía tenía por delante la labor de dirigir la fiesta de celebración en la capital aragonesa. "La vuelta fue tremenda con un gran ambiente en el avión y el recibimiento en el aeropuerto. Tuve que salir rápido ya que contactaron conmigo desde el Ayuntamiento para que estuviera dirigiendo la recepción del equipo en el balcón del Ayuntamiento. Fui a casa corriendo a dejar las maletas, volví al Ayuntamiento e improvisé un poco el entretenimiento durante las horas en las que el equipo bajaba por la calle Alfonso en autobús hasta la Plaza del Pilar", explica.

De aquellos días, Arturo Sisó colecciona decenas de anécdotas y miles de imprevistos a los que tuvo que poner una rápida solución. "La canción We are the champions no estaba preparada y un compañero de un medio de comunicación, a través de la línea interna que tenía en el Ayuntamiento para transmitir la información municipal a diario, nos hizo llegar la canción que sonó en la Plaza del Pilar. Hubo un recibimiento normal hasta que Sergi cogió el micrófono y se convirtió en el maestro de ceremonias de aquel día inolvidable", rememora.