Al son de Eguaras y Zapater

Alberto Zapater e Íñigo Eguaras disfrutan y juegan y el Real Zaragoza se mueve a su son. Los dos veteranos centrocampistas se han convertido en dos piezas claves para el equipo aragonés en este inicio de temporada. Ambos prácticamente monopolizan la posesión zaragocista, sobresalen en el porcentaje de pases por partido y se atreven con pases claves para generar ataque, especialmente en el caso del navarro.

En el del ejeano, su pierna derecha es la encargada de botar córners y faltas; un bombeo constante de balones al área que tuvo su gran momento en Alcorcón, cuando Zapater conectó con Eguaras para que este hiciera el 1-1. Los dos le dan equilibrio y experiencia al equipo, jugando muchas veces un paso por detrás de un Francho que pisa más campo contrario.

El partido de Santo Domingo acabaron en una suerte de doble pivote que generó todo el juego de un equipo que pudo remontar. Generalmente ambos jugadores promedian 80 toques de balón por partido, con un alto porcentaje de acierto en el pase. Su presencia explica el cambio de aspecto que ha dado el equipo respecto al año pasado. Y es que Zapater tardó en ser un fijo hasta prácticamente entrado el mes de marzo. Este curso lo han jugado todo (en el caso de Zapater, desde la jornada tres).

Llegado en el verano de 2017, Eguaras cumple su quinta temporada como uno de los capitanes y con contrato hasta 2024. Mientras, el ejeano empezó su segunda etapa un año antes, en 2016. Los dos construyen en el campo y en los vestuarios el equipo, y el Real Zaragoza actual no se podría entender sin ellos.