Un paseo por los museos de Aragón a través de sus piezas más curiosas

En el Día Internacional de los Museos, les proponemos un paseo por algunos de los centros del territorio que nos hablan de la vida en el pasado y la cultura tradicional aragonesa. Echamos un vistazo al interior de estos museos, buscando sus piezas más curiosas y desconocidas.

Casa Batanero en Sabiñánigo, una construcción del siglo XIX, acoge el Museo Ángel Orensanz y de Artes de Serrablo. Entre sus paredes alberga enseres de la vida tradicional, fotografías de la primera mitad del siglo XX, dibujos de Julio Gavín y obras del escultor oscense Ángel Orensanz. Un lugar para la cultura popular aragonesa y la etnografía en el más amplio sentido de la palabra. 

En la casa que heredaron de sus padres y con objetos que en ella encontraron, los descendientes de Casa Fabian, en Alquézar, crearon un museo etnológico estructurado en torno a cinco temas: el vino, el aceite, la alfarería, los aperos agrícolas y la vida doméstica. En las dependencias más bajas de la casa, el agua sigue manando a través de unas filtraciones naturales, que en la edad media ya se aprovechó para construir un molino de aceite que se ha conservado hasta nuestros días.

El Museo Juan Cabré de Calaceite, en el Matarraña, recibe su nombre del arqueologo y pintor nacido en la localidad en 1882, descubridor e investigador del arte rupestre del bajo Aragón y de otras zonas de España. Fue el primero que empleó la fotografía para documentar sus excavaciones, así que entre su legado, encontramos los calcos de sus dibujos, sus cámaras o una colección de exvotos ibéricos. 

En Mosqueruela, en la Comarca de Gúdar-Javalambre, se encuentra el Museo de Documentos Históricos. En él se custodia buena parte del archivo de la antigua Comunidad de Aldeas de Teruel, así como todo tipo de utensilios que se han empleado desde que se inventó la escritura y varios facsímiles que llaman la atención de expertos y aficionados en grafología de todo el mundo. 

En la localidad de Agüero, en la Hoya de Huesca, se encuentra el único museo del órgano en España y uno de los pocos que se conocen en el mundo. Su impulsor fue Luis Galindo, el párroco del municipio durante 31 años y entusiasta de este instrumento. Un espacio que ha conseguido rescatar de la extinción piezas únicas de órganos desde principios del siglo XVI y que incluso ha llamado la atención de personas del extranjero. En sus estancias, llama la atención una colección de tubos de diversos materiales, que influye poderosamente en el sonido del órgano.

También en la Hoya de Huesca, la torre campanario de la iglesia de Santiago en Alerre, alberga el Museo del Calzado y el Traje. Una donación de Tomás Moyano, diplomático y amante del folclore y de las costumbres locales, en la que encontramos indumentaria regional de Aragón, de España y del mundo entero, como un traje de indio cherokee, un kilt escocés, una chilaba musulmana o un kimono japonés.

En Longás, en la comarca de las Cinco Villas, se encuentra su museo de usos y costumbres. Un escaparate a la historia del pueblo, de sus gentes y de su actividad económica y social que gestiona la Asociación Cultural Chinela. Sus paredes son un auténtico diccionario de palabras propias de la zona.

Cada pieza, es una lección de diseño y habla de una forma de vida, de un sentido diferente del tiempo y de las relaciones humanas.