Un paseo por los orígenes de Natalio Bayo

Los primeros trazos del artista Natalio Bayo dieron lugar a diferentes siluetas de caballos. Así comenzó la andadura artística del pintor, dibujante y grabador zaragozano que, a sus 74 años, ha llevado su obra por todo el mundo. Ahora, regresa con Aragón TV a su Épila natal para rememorar su infancia y explorar en esas inquietudes que despertaron en él su pasión por el arte.

El barrio de San Juan, y concretamente la calle de idéntico nombre, vio nacer a Natalio Bayo. “Aquí es donde tengo mis primeros recuerdos. Corriendo por estas calles con mi hermano mayor, pasé mis primeros años de vida”, relata el artista.

De todos lugares de Épila es el Palacio del Conde Aranda donde a Bayo le gustaría dar fe de su carrera artística con la presencia de una de sus obras. Confiesa que cuando entró de pequeño en uno de los salones de esta residencia nobiliaria se quedo “alucinado”. Recuerdo bien distinto guarda de la iglesia de Santa María la Mayor. “Cuando venía los domingos a misa por obligación, estaba deseando que terminara y largarme”, cuenta Bayo, acompañado de un cuaderno de dibujo en el que plasma un boceto de la fachada del templo, que combina los modelos del arte barroco y el neoclasicismo.

Bayo no olvida sus raíces, pese a salir de Épila para triunfar como artista. Con 24 años presentó su primera exposición, en Zaragoza. Un tiempo antes, un jesuita le dijo que se ganaría la vida con sus dibujos. No se equivocó.