Un paseo por los fondos de la Fototeca de Huesca

Reunir, conservar y difundir el patrimonio fotográfico y audiovisual de la provincia son los objetivos con los que nace, hace más de 30 años, la Fototeca Provincial de Huesca. Custodia fondos y colecciones propias, cedidos o donados por particulares, entidades públicas o privadas.

Ricardo Compairé nació en Villanúa en 1883, estudió Farmacia en Barcelona, y en 1921 abrió su propio local en Huesca, en el que además incorporó una tienda de fotografía. Aficionado a la pintura, a la botánica y al excursionismo, nos ha legado un importante fondo de imágenes que permiten indagar en la sociedad de los pueblos altoaragoneses de principios del siglo XX.

Desde la primera adquisición del fondo Compairé en 1989, la Fototeca ha reunido decenas de colecciones, como la de Antonio Lacoma, cuyas instantáneas capturan paisajes del Pirineo y de la Sierra de Guara o el inicio de la actividad montañera de las mujeres. La de José Oltra, que refleja la vida en la ciudad de Huesca en los años 30, 40 y 50. O el de Rodolfo Albassini.

Pero sin duda, el fondo más extenso hasta la fecha, con más de 17.000 fotografías, es el de Divina Campo. Nacida en Lérida pero, por avatares de la Guerra Civil, tuvo que exiliarse en Francia y acabó fijando su residencia en Huesca, donde su padre abrió un laboratorio fotográfico que despertó la afición que más tarde se convertiría en su profesión. Hasta el año 2016, se desconocía la existencia de una fotógrafa profesional en Huesca en la década de los 50. Un legado que sigue inspirando a otras mujeres para desarrollar esta profesión.

Pero estas son solo algunas de las muchas colecciones del extenso fondo de la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca que cualquier particular puede consultar o aportar donaciones y que custodia la historia más reciente de su provincia, en imágenes más allá del blanco y negro.