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Un paseo por los cementerios más llamativos y visitados

La argentina Mariana Enríquez pasea en ‘Alguien camina sobre tu tumba’ por loscamposantos más destacados del mundo adentrándose en algunas curiosidades de estos lugares

ARAGÓN CULTURA /
Cementerio de Highgate en Londres (F. London Tourism)
icono foto Cementerio de Highgate en Londres (F. London Tourism)

Visitar los cementerios de una ciudad no es lo prioritario en las guías de viaje pero tiene su público, como Mariana Enriquez. La escritora argentina publica 'Alguien camina sobre tu tumba' (Anagrama, 2021), un recorrido por las intrahistorias de los camposantos europeos y latinoamericanos.

Cuenta que hacia finales del siglo XVIII en París los cementerios no daban abasto por las epidemias y la insalubridad, que mataban más que las guerras. "No había donde meter a los muertos así que a las autoridades se les ocurrió crear unas catacumbas como las de Roma que inauguraron en 1786", escribe Enríquez.

Hoy son uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad y fue allí donde la escritora argentina robó un hueso -al que llamó François- que consiguió llevar de vuelta a su casa de Buenos Aires.  Así empezaba una afición por conocer estos lugares que ahora recopila en este libro.

"No esperen encontrar aquí una guía turística sino literatura" porque a Enríquez -seguidora de la estética neogótica y punk desde adolescente- lo que le interesan son las microhistorias de los que se fueron. Y no solo las de humanos, sino las de "caballos, perros y otras bestias" que pasaron a mejor vida con ciertos honores. 

Los italianos son barrocos, los franceses elegantes y los españoles modestos y recatados

Son 24 paseos por 24 cementerios con los que podemos comprobar la diferente presentación de los propios camposantos. Si vamos al de Génova veremos cientos de estatuas de mujeres desnudas bailando con esqueletos; gente de tamaño natural muriendo en su cama o la de un niño jugando con un aro de los años veinte y detrás de él dos manos de bronce que salen del suelo. "Algo un tanto terrorífico que nunca veríamos  en un cementerio español donde tampoco se estila mucho lo de mostrar los huesos: eso es algo muy italiano", explica la autora.

Dice Enríquez que el aspecto de los cementerios (según el país) tiene mucho que ver con nuestra relación histórica con la muerte, por eso, "los italianos son barrocos, los franceses son elegantes y los españoles son modestos y recatados".

Otro factor que marca la diferencia es si están ubicados en pueblos o en ciudades grandes. En los primeros siempre vas a encontrarte con alguien cuidándolos, limpiando las tumbas o, incluso, hablando a los muertos. Algo que jamás veremos en los de las ciudades como Chile, Uruguay o de Barcelona. Ni siquiera (añade la escritora) en los de México, con toda esa idiosincrasia del día de los muertos.

Y aunque a algunos os pueda estar sorprendiendo esto de visitar cementerios como quien visita museos, hay que destacar algunos rincones del mundo que reciben más turistas que algunos museos. Es el caso del cementerio de Edimburgo, donde la gente acude "como loca" para dar con las tumbas de muertos que tienen los apellidos de los personajes de Harry Potter.

Resulta que JK Rowling paseaba por este cementerio, que le quedaba cerca del bar donde estaba escribiendo, y tomaba de allí los apellidos. Pero, detalla Mariana Enríquez en 'Alguien camina sobre tu tumba', no tienen nada que ver con los personajes de la famosa saga.

Tampoco faltan otros camposantos tan conocidos y visitados como el de Pere Lachaise en París, el Highgate de Londres o La Recoleta de Buenos Aires, donde los turistas buscan la tumba de Eva Perón que se trata de un mausoleo con un pequeño pasillo en el que se hordas de personas se asoman a cotillear.

Imágenes extrañas que también se dan en el cementerio judío de Praga. Usado desde el siglo XV (su tumba más antigua, la de Avigdor Kara, data de antes de 1439) hasta 1787, tiene infinidad de tumbas. De hecho, el número de tumbas de gente enterrada es incierto, porque hay varias capas de tumbas, de ahí que las lápidas estén casi una encima de otra.

En cualquier caso, se ha estimado que hay aproximadamente 12.000 tumbas aparentemente visibles, en las cuales descansan más de 100.000 judíos. Y en este caso, como en otros que hemos nombrado, hay que pagar para entrar como si de una atracción turística se tratara. Para la escritora hay una explicación monetaria de este fenómeno.

Se trataría de una cuestión de conservación: "Un cementerio como Pere Lachaise requiere una inversión enorme. Y no lo puedes dejar porque, por ejemplo, está la tumba de figuras tan ilustres como Oscar Wilde. O en el de Recoleta están todos los héroes de la independencia", escribe en el libro y, añade: "Hay familias que tienen dinero, pero otras no, y cuando dejan de pagar, a Oscar Wilde no se le puede tirar por ahí. Hacerlos turísticos es una forma de recaudar y asegurar su supervivencia".

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