Un coreógrafo español en el Concierto de Año Nuevo en Viena

Desde 1941, cada 1 de enero se celebra el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena en la Sala Dorada de Musikverein, la Sociedad Musical de Viena (Austria). Centenares de cadenas de radio y televisión acuden a la cita para retransmitir el evento a los más de 50 millones de espectadores en todo el mundo que cada año reúne el evento.

En su 81 edición el popular festejo tendrá que celebrarse sin asistentes, debido a las medidas de prevención contra el coronavirus. Aunque esto no impedirá que tras el clásico repertorio de Strauss, la orquesta deba renunciar a su merecido  y también tradicional aplauso. "Hemos puesto todo nuestro empeño en que no se cancelara. Si en estos tiempos tan complicados no hubiese Concierto de Año Nuevo, ¿qué clase de mensaje estaríamos mandando al mundo?", aseguró en una rueda de prensa telemática Daniel Froschauer, presidente de la Filarmónica de Viena.

Pero, algunas cosas se mantendrán como siempre. Así la orquesta vienesa volverá a estar dirigida un año más por el director italiano Riccardo Muti. Asimismo, los músicos tocarán en directo desde una sala repleta de flores, como marca la tradición. El repertorio también será el habitual, con un total de 10 obras de la familia Strauss, entre las que no faltará el vals del Danubio Azul.

También se retransmitirá el habitual interludio musical con dos números grabados de ballet, que nuevamente han sido dirigidos por el español José Carlos Martínez, director de la Compañía Nacional de Danza (desde 2011 hasta 2019), Premio Nacional de Danza y Bailarín Estrella de la Ópera de París.

Por la situación actual las coreografías creadas en estudio fueron rodadas en exteriores, lo que supuso un reto extra para los bailarines. No es el único cambio impuesto por el virus a una coreografía que evoca cuatro momentos en la vida de una mujer o las cuatro estaciones, como el propio Martínez explica en el programa 'La Cadiera' de Aragón Radio: "Hemos tenido que trabajar con las parejas por separado para reducir riesgos. Los ocho bailarines solo bailan juntos al final del vals y porque se trata de una localización exterior".