Capítulo 1. 'Reinas, Damas y Señoras': Mujeres en el Aragón medieval

Aragón Radio estrena la serie de podcast ‘Reinas, damas y señoras. Mujeres en la Casa Real de Aragón’ en el que a lo largo de 10 capítulos se rastrea la presencia documental de las hijas, hermanas, madres, esposas y amantes de reyes aragoneses.

Esta propuesta sonora cuenta con la colaboración de la historiadora Anabel Lapeña, que ha realizado una importante búsqueda documental en las fuentes originales. Estos textos, arrojan luz sobre la misma existencia y el papel que tuvieron las mujeres en la casa Real de Aragón, desde la primera esposa de Sancho Ramírez I —de cuyo nombre no se tienen certeza— a las numerosas  mujeres en la vida de Jaime I. Entre ellas, reinas, madres de reyes, mecenas, esposas repudiadas y también amadas, en una historia de Aragón narrada desde el punto de vista femenino y basada en documentos originales.

Junto con las explicaciones de Anabel Lapeña, esta serie incorpora locuciones dramatizadas con las voces de Rafa Moyano y Sara Villellas y la ambientación sonora y musical de Vicente Bordonaba y Carlos Oyarzábal. A través de estos textos y su interpretación histórica, la serie pretende visibilizar a estas mujeres ocultas en la casa real de Aragón.

Estas mujeres han pasado a la historia como esposas, madres, amantes y en muy pocas ocasiones como reinas en ejercicio del poder. Sus historias dejan ejemplos de mujeres desgraciadas, lejos de sus hogares casadas por conveniencia y que se enfrentaron a todo tipo de situaciones desde el rechazo (María de Montpellier o María de Castilla) hasta los malos tratos (Urraca de Castilla). La documentación oficial da pistas también de algunos, poquísimos, matrimonios contraídos por amor e incluso relaciones e hijos fuera del matrimonio, como Jaime I que tuvo una numerosa prole fuera de las esposas legítimas y también enlaces secretos (Teresa Gil de Vidaurre) que nunca fueron reconocidos legalmente. Uno de los capítulos se dedica Ines de Poitiers y Petronila, las dos mujeres, madre e hija, que dieron  continuidad a la dinastía y con ello la salvación del reino de Aragón.

Como explica la historiadora Anabel Lapeña, “las esposas de los monarcas fueron peones de un tablero de ajedrez internacional donde contaban, sobre todo, las estrategias políticas y las alianzas que pudieran establecerse con otras familias gobernantes”. Estos lazos de intereses se ataron primero con las de pequeños condados no excesivamente lejanos, como Bigorra en el sur de Francia, o con el vecino Urgel y fueron ampliándose con el paso de los años a través de los reinos europeos. Eran los años en los que  Aragón era un reino que acababa de nacer, aún inestable y que “para consolidarse necesitaba apoyos de todo tipo: apoyos para la guerra y también nuevos entronques familiares con dinastías más lejanas que consolidaron el nombre de Aragón en Occidente a lo largo de los siglos medievales”, apunta.

Visibilizar al colectivo femenino en la historia de Aragón es una tarea todavía pendiente. Como explica la directora de la serie, Ana Segura, “no es una tarea fácil. Son mujeres ocultas por la historia cuyo rastro se va localizando en documentos de todo tipo. En algunos casos son casi unas desconocidas para los historiadores por la escasez de datos que sobre ellas han llegado hasta nosotros”.

Capítulo 1. La mujer en el mundo medieval

Aunque en el ideal colectivo imaginamos a las cónyuges reales portando uno de los símbolos característicos de los monarcas y sus cónyuges, la corona, hay que mencionar que sólo unas pocas fueron en la realidad reinas coronadas y la mayoría cumplieron un papel de madres y esposas calladas que aseguraban las alianzas con otros reinos. Y si en la corte real las reinas y esposas de reyes eran poco más que un peón, la situación de las mujeres en la calles no era muchos mejor. En el podcast que puede descargarse AQUI la historiadora Anabel Lapeña explica cómo era la vida diaria de estas mujeres, tanto en la corte como fuera de allí, su desprotección absoluta frente a abusos de todo tipo y los documentos que muestran casos de divorcios, repudios, pactos matrimoniales e incluso violencia de género. 

Uno de los testimonios más sorprendentes está fechado en 1398 y en el, un padre convoca a varias mujeres para que reconozcan la pureza de su hija, tras una violación. El documento es una muestra del papel de la mujer en el mundo medieval. 

" Pedro de Montalban convoca a varias mujeres entre ellas una matrona para denunciar que su hija Caterinica ha sido desflorada y ha perdido su virginidad porque había sido corrompida por Juan de Salvatierra, matarife y carnicero. Y la citada mozuela contó que el día anterior a mediodía el carnicero la hizo entrar en la bodega de su casa y él también había entrado y la había corrompido contra su voluntad y yacido con ella carnalmente por lo que quería que las diversas mujeres reconocieran a su hija."