Ramón Lobo, corresponsal de guerra: "El principal miedo es el de no saber contarlo"

"Se disponía a aterrizar por primera vez en Mogadiscio el día en que Ryszard Kapuściński agonizaba en un hospital de Varsovia, sin saber que su muerte simbolizaría el hundimiento de una forma de entender y vivir el periodismo." Así comienza 'El día que murió Kapuściński', la nueva novela de Ramón Lobo, uno de los corresponsales de guerra más reconocidos internacionalmente y en la que retrata los mayores conflictos mundiales de finales del siglo XX y principios del XXI. 

El periodista ha pasado por los micrófonos del programa 'Despierta Aragón' de Aragón Radio para presentar este trabajo en el que relata la historia de Roberto Mayo y Tobias Hope, dos reporteros curtidos en muchas batallas que han cubierto enfrentamientos en las zonas más peligrosas del planeta. "Los periodistas tenemos la suerte de trabajar con la realidad y la realidad casi siempre es más rica que la ficción", asegura Lobo, que tuvo su primer contacto con el periodismo cuando hacía la mili en Zaragoza.

"Yo entiendo a Kapuscinski como el periodismo lento, de mirada pausada, que escucha a la gente" afirma el autor de 'El día que murió Kapuściński', una historia que refleja la soledad de un reportero de guerra y que rescata un oficio en vías de extinción que exige dejar atrás amigos, familia y hasta sus propias convicciones. Ante la pregunta de si se pasa miedo en esos escenarios, Lobo confiesa que "el miedo cuando vas es el de no saber contarlo y el miedo a que te pase algo lo sientes cuando estás volviendo, porque la sensación que tenemos en general es que somos inmortales hasta que matan a un amigo".

Respecto a la situación que atraviesa el periodismo en la actualidad, el corresponsal cree que "no se ha ido al garete, estamos en una evolución y tenemos que adaptarnos" y asegura que "se ha perdido la paciencia, el saber que el periodismo de calidad requiere de tiempo, talento y preparación".