Rafael Amargo: "Dionisio y yo somos tan parecidos que no me ha costado mucho identificarme"

Dionisio, el dios griego del teatro, el vino, el éxtasis y la fertilidad, concede a los humanos la felicidad suprema de la bacanal que nos conduce "a poner las almas en común". Es el dios a la vez transgresor, pero también la llama viva que busca la paz; es un dios errante que navega sin rumbo, generador de danzas frenéticas, pero también es el perseguido, el sufriente y el moribundo, y todos los que le acompañan y son rozados por su amor, deben compartir con él su ¿trágico? sino.

La compañía de danza Rafael Amargo trae ‘Dionisio' al Teatro Principal de la capital aragonesa del 29 de enero al 2 de febrero. Un espectáculo que aúna flamenco, ballet clásico y contemporáneo con texto, música y cante, recreando un show moderno, surreal y futurístico en el que se mezclan imágenes en tres dimensiones con imágenes corpóreas de gran tamaño, que enmarcan y complementan la escena, haciendo de 'Dionisio' un deleite para los sentidos.

'Dionisio' es, ante todo, un viaje de los amores y desamores de este personaje mitológico, de sus placeres, guerras y dolores, de este semidios mitad hombre de la mitología griega, culminando en el agón Dionisio/Apolo, ambos hijos de Zeus, uniendo la belleza y estética apolínea a la exuberancia de los sentidos dionisíaca; la belleza de la ensoñación y la extravagancia de la embriaguez, la contemplación individual y la exaltación colectiva, dando paso al nacimiento de la tragedia en esta dualidad antagónica.