Remakes que superan a los originales: 'El mago de Oz' o 'Con faldas y a lo loco'

Es sabido que el cine europeo ha sido en muchos casos el damnificado por nuevas versiones de sus películas a las que han intentado soterrar en el mercado americano con producto propio. No vamos a profundizar en ello pero podemos decir que, generalmente, el original siempre gana a la copia… sin embargo, ocurre que, de vez en cuando, un remake supera a la original. Vamos a ver algunos ejemplos siguiendo un estricto orden cronológico.

El Mago de Oz

Pues sí, la película que explotó las propiedades del rutilante Technicolor, “El mago de Oz”, era, en realidad un remake. Se habían hecho diferentes versiones entre las que destaca la del año 1925 dirigida por Fred Niblo, sin embargo creo que estaremos todos de acuerdo que la versión de Victor Fleming de 1939 a supera con creces, ya no solo por el color, por Judy Garland, por Margaret Hamilton y su “me derrito… que vida esta”, por las canciones… por todo

Dorita, que sueña con viajar "más allá del arco iris", ve su deseo hecho realidad cuando un tornado se la lleva con su perrito al mundo de Oz. Pero la aventura sólo acaba de comenzar: tras ofender a la Malvada Bruja del Oeste, aconsejada por la Bruja Buena del Norte, la niña se dirige por el Camino Amarillo hacia la Ciudad Esmeralda, donde vive el todopoderoso Mago de Oz, que puede ayudarla a regresar a Kansas. Durante el viaje, se hace amiga del Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde.

Damos un salto hasta el año 1959 y allí nos encontramos con dos remakes absolutamente sensacionales, el primero “Con faldas y a lo loco”.

Con faldas y a lo loco

La película en la que estaba basada se llamaba “Fanfare d’amour” y estaba dirigida por el austríaco Richard Pottier. Esta pelicula tuvo dos remakes, uno aleman que pasó sin pena ni gloria por la pantalla y el segundo, ya mencionado, con Tony Curtis, Marilyn Monroe y que supuso el lanzamiento al estrellato de Jack Lemmon.

Estamos en la época de la Ley Seca. Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe para conquistar a Sugar Kane, la cantante del grupo, finge ser un magnate; mientras tanto, Jerry es cortejado por un millonario que quiere casarse con él.

Sin embargo no fue el mejor remake de ese año, ya que no se puede obviar el hecho de que el otro del que estamos hablando obtuvo la friolera de 11 oscars.

Ben Hur

El “Ben Hur” original se rodó en el año 1925 bajo las ordenes del director Fred Niblo, pero la obra literaria de Lewis Wallace necesitaba actualizarse de manera urgente según los nuevos cánones de Hollywood y ahí estaban el director William Wyler y Charlton Heston para darles la razón… esta película tuvo un… no sé como decirlo… ¿trimake? en el año 2016… nada como la versión de 1959.

Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su familia. Mientras Ben-Hur es trasladado a galeras para cumplir su condena, un hombre llamado Jesús de Nazaret se apiada de él y le da de beber. En galeras conocerá al comandante de la nave y más tarde a un jeque árabe que participa con sus magníficos caballos en carreras de cuadrigas.

Nuestro siguiente remake tardó más de 50 años en realizarse.

El precio del poder

Y es que la versión primera de la historia que encontramos en “El precio del poder”, fue buena, muy buena, de hecho “Scarface, el terror del hampa”, dirigida por Howard Hawkes en 1932 está considerada como una de las grandes películas del cine negro. Tuvo que ser una combinación de gran director, Brian de Palma, y actor, Al Pacino, el que volviera a darle vida en el año 1983.

Tony Montana es un emigrante cubano frío e implacable que se instala en Miami con el propósito de convertirse en un gángster importante, y poder así ganar dinero y posición. Con la colaboración de su amigo Manny Rivera inicia una fulgurante carrera delictiva, como traficante de cocaína, con el objetivo de acceder a la cúpula de una organización de narcos.

Es muy dificil hacer un remake de una pelicula considerada de culto ya que los directores suelen tener mucho respeto por la original y hacen un ejercicio de contención. Estamos viendo que en los casos que hemos comentado es todo lo contrario, directores sin miedo y la espectacularidad por encima de todo… es algo que se puede atribuir a nuestro siguiente remake del año 1986, “La pequeña tienda de los horrores”.

La pequeña tienda de los horrores

Si la película original, dirigida por Roger Corman en 1960 es una obra clave de la comedia negra… no le va a la zaga la versión que hizo Frank Oz con una espectacular planta carnivora llamada Audrie II y con la genial idea de convertirla en una locura musical.

Seymour, un joven dependiente de una floristería, está enamorado de su compañera Audrie, pero ella sale con un sádico dentista. Un día, justo después de un extraño eclipse, Seymour compra una pequeña planta, a la que bautiza como Audrie II. La planta comenzará a moverse e incluso a hablar con Seymour, de forma que se convierte en una atracción para la ciudad. Lo que nadie sabe es que se trata de un ser abominable que se alimenta de sangre humana.

Nuestro ultimo remake se ha convertido también con el paso del tiempo en un musical, pero en teatro. La película original es una cinta de enredo francesa y es uno de los pocos remakes de cine europeo que ha funcionado.

Una jaula de Grillos

“La jaula de las locas” es una cinta francesa dirigida por Edouard Molinaro en 1978. La version americana se llamó “Una jaula de grillos” y cuenta con Mike Nichols en la dirección y con Nathan Lane, Robin Williams, Gene Hackman y no me puedo resistir, un fantástico Hank Azaria en el papel del mayordomo Agador Espartaco.

La apacible vida de Albert y Armand, una pareja homosexual, se ve totalmente alterada ante la inminente boda de Val, el hijo de Armand, con la hija de un senador ultraconservador. El político, que desea promocionar los valores tradicionales de la vida familiar, decide visitar a la familia del novio, sin saber con lo que se va a encontrar.

Pocas veces ocurre que una nueva versión nos deja mejor sabor de boca que la original pero, cuando ocurre, que grandes son estos remakes que hoy hemos propuesto en este tiempo de cine.