Pensando en la vuelta

Entre las pocas certidumbres que nos deja el confinamiento es que la vuelta cambiará muchas cosas, entre ellas la forma de consumir contenidos culturales. Coinciden los expertos en que pasará mucho tiempo antes de que podamos volver a conciertos multitudinarios, teatros abarrotados o, simplemente a presentaciones de libros.

Ante esta situación desde distintos sectores culturales se piden ayudas públicas pero también se empiezan a buscar nuevas opciones que permitan, dentro de las restricciones que sin duda dejará la pandemia, recuperar la actividad y los ingresos para las industrias culturales. 

En el programa La Torre de Babel de Aragón Radio, el director del Auditorio de Zaragoza, Miguel Angel Tapia y el promotor musical Félix Cartagena, coincidían al señalar las dificultades que el confinamiento supone para para el propio trabajo de los músicos o la organización de una gira ante las incertidumbres sobre la fecha de retorno a la normalidad y las condiciones en las que este retorno tendrá lugar.  A estas circunstancias se une el problema de los aforos a los grandes espectáculos que, sin un volumen importante de espectadores, serían inviables.

Mientras, desde el sector del libro se empiezan a ensayar nuevos modelos de relación entre las editoriales, las librerías y los clientes a los que, más que nunca, se convierte en comunidad. Algunas librerías zaragozanas como Cálamo, Antígona o el Armadillo Ilustrado ya han puesto en marcha modelos de suscripción o bonos que adelantan el pago de una cuota fija o la compra de un bono que posteriormente, cuando las librerías abran, podrán canjearse por libros. Un modelo similar es el que quiere implantar, a nivel nacional,

CEGAL, Confederación Española de Asociaciones y Gremios de Libreros, que siguen trabajando en la plataforma todostuslibros.com. Esta plataforma que se ha creado como un gran repositorio de títulos puestos a disposición por las librerías españolas, ensaya estos días un modelo de venta on line que comenzará a funcionar en los próximos días. Mientras, propone un modelo similar que adelanta la compra de los libros que los clientes podrán recoger posteriormente en la librería que elijan. Con estas iniciativas se intenta que las librerías sigan teniendo ingresos mientras permanezcan cerradas por el  confinamiento decretado dentro del Estado de Alarma.