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#ParadaAsalto propone una cuidad imaginada por seis artistas

Las obras están sido instaladas en las marquesinas entre Murallas y Emperador Carlos V de Zaragoza

Aragón Cultura /
Foto: Marcos Cebrián
icono foto Foto: Marcos Cebrián

Las marquesinas del Tranvía de Zaragoza se convierten un año más en un espacio lleno de arte y color, que conectan con la ciudadanía y les acompaña en sus trayectos diarios en su octava edición, gracias a la colaboración de Festival Asalto y Tranvías de Zaragoza, con las áreas de Cultura y de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza.

En esta muestra participarán siete artistas vinculados directamente con la ciudad de Zaragoza. Ernesto Navarro, Raquel Jordana, Jorge Gecko, Laura Alloza, Héctor Vacui, Christina Healy y César Ordóñez.

El tema propuesto por Festival Asalto a estos siete ilustradores ha sido la ciudad imaginada. Los ilustradores que forman parte de esta octava edición de Parada Asalto nos muestran una reinterpretación de su ciudad, teniendo en cuenta el color como un elemento rico, de múltiples combinaciones y posibilidades. Entendiendo el lenguaje cromático, como un lenguaje plural, universal, y en muchos aspectos unificador.

La nueva edición de Parada Asalto conformará el segundo hito del programa del Festival Asalto 2022, haciendo de conexión entre la exposición ‘El Color de lo Público’ inaugurada el 2 de junio en el Centro de Historias de Zaragoza y que cerrará sus puertas el próximo 18 de septiembre, y las actividades e intervenciones murales que se llevarán a cabo en el Barrio de Santa Isabel del 20 al 30 de octubre.

Esta tarde, la vicealcaldesa, Sara Fernández, vicealcaldesa y consejera de Cultura y Proyección Exterior y Natalia Chueca, consejera de Servicios Públicos y Movilidad, han visitado algunas de las obras expuestas con el equipo de Festival Asalto.

Las paradas y sus autores.

César Augusto.

La ilustradora zaragozana Laura Alloza ha decidido sacar el color a pasear por las calles, en donde este comienza a crear texturas, estampados, y distintas tonalidades hasta terminar su cometido en una explosión de colores y elementos visuales que llenarán la ciudad de vida.

Plaza de España.

Las interpretaciones gráficas de César Ordóñez, profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza, se acerca más a un relato en clave de humor en donde un golpe de cierzo moviliza a la joven Dorotea, que deja su vida en blanco y negro, para acabar aterrizando en ZaragOZa, una ciudad llena de color. De camino a la Ciudad Esmeralda, en busca de sus sueños, encontrará a compañeros y amigos para siempre. El espectador reconocerá de inmediato los guiños y referencias al Mago de Oz (Los edificios de la Ciudad Esmeralda se parecen a la basílica de el Pilar, la Seo, etc o el hombre de hojalata no es otro que el caballero San Jorge.) Una parada colorida para hacer más entretenida la espera.

Plaza Aragón.

Christina Healy de origen estadounidense, reside en Zaragoza desde 2009. Le gusta imaginar un mundo así. Un mundo vibrante, vivo, lleno de diversión, energía y misterio. Un mundo flexible, moldeable, libre. Contemplado con infinitas posibilidades y representaciones. Un mundo sin tanto asfalto, tanto acero, tanto gris, son mundos como los que construye con su hija, imaginados a través de su perspectiva abierta e inocente.

Gran Vía.

Para Jorge Gecko, ganador de la última edición del cartel del Pilar, las ciudades son entornos vivos y llenos de movimiento, pero sobre todo son colores distintos en cada esquina que forman una paleta cromática en la misma armonía que sus ciudadanos. En sus ciudades se ven sitios en los que le gustaría vivir. El tranvía se construye como nexo entre ellos, la línea que comunica y vertebra estos ecosistemas complejos y que deja tras él ese color que los inunda.

Fernando el Católico.

Héctor Vacui ha querido representar a ciudadanos de Zaragoza que cotidianamente se pueden encontrar en cualquier calle de la ciudad. Personajes variopintos, con estilos y ropa llenos de color, plasmando diferentes aficiones, profesiones, razas... inspirados en los transeúntes que se cruza por la ciudad, ya sea esperando al tranvía o tomando algo en una terraza de cualquier bar de Zaragoza.

Plaza San Francisco.

Raquel Jordana busca representar el color a través de los cuatro elementos de la naturaleza que componen nuestra ciudad. Interpretando escenarios fantásticos donde los dioses y los espíritus se juntan para dar vida a la composición. Los cuatro elementos recorren la ciudad de Zaragoza desde la magia que componen nuestros parques a través de la “tierra” y el quiosco de la música. El agua de nuestro río y la representación de la misma en la Expo con la torre del agua. El fuego y la pasión de cada uno de los zaragozanos con nuestro puente de piedra y el aire tan característico de nuestra ciudad que sopla a través de las torres del Pilar.

Emperador Carlos V.

Otro profesor de ilustración en la Escuela de Arte de Zaragoza, Ernesto Navarro, profundiza en la sinestesia, una variación de la percepción que puede darse en un individuo que es capaz de oír colores, de ver sonidos o de apreciar texturas cuando saborea algo. En sus ilustraciones el ilustrador Ernesto ha intentado reflejar gráficamente la sinestesia, el resultado es una ciudad llena de sonidos de diferentes “colores” y “formas”.

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Asalto Tranvía-Zaragoza

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