Ofrenda de Flores, la riqueza de la tradición

La Ofrenda de Flores es el acto con más participantes de las Fiestas del Pilar en Zaragoza. Una tradición que comenzó en el año 1958 y que este 2019 bate su propio récord con más de 775 agrupaciones. Más de 14 horas de desfile permiten que miles de personas dejen millones de flores a la Virgen del Pilar en el día central de las fiestas, el 12 de octubre, día de La Hispanidad. 
(Ver en directo la Ofrenda)

¿Cómo serían las cifras en la primera Ofrenda de Flores? Unas mil personas llevaron flores a la Virgen el 12 de octubre de 1958. Los periódicos de la época documentan que hacía sol, pero el cierzo tampoco quiso faltar a la cita. Si no llovió, quizá fue porque se entregó un donativo a la Congregación de las Lucías con el fin de que rezasen para que no lloviese.

Es en 1723 cuando el Papa Inocencio XIII declara este edificio como Catedral, y no fue hasta 1872 cuando fue terminada. Desde entonces, todos los días 2 de enero y 12 de octubre se llenaba de flores el camarín de la Virgen en la Capilla de Nuestra Señora del Pilar. Desde 1948, al concedérsele rango de basílica a El Pilar por Pío XII, comenzaron las peticiones al ayuntamiento para pedir la creación de un gran ofrenda floral el 12 de octubre de cada año.

Y para encontrar el origen hay que mirar a los valencianos afincados en Zaragoza. En 1954 fue creada la casa de Valencia en Zaragoza y desde el primer momento un grupo de integrantes de esta casa vestidos con su traje regional acostumbraba a realizar el 12 de octubre una ofrenda de flores primero a la Virgen de los Desamparados (en la Iglesia de San Gil y a continuación a la Virgen del Pilar, imitando la ofrenda que se celebraba en Valencia desde 1945.

Con los años siguieron haciendo cosas similares pero pasaron sin pena ni gloria, hasta que en 1958, a un concejal zaragozano llamado Manuel Rodeles, le llamó la atención y viajó a Valencia para observar los detalles del desfile que se desarrollaba en esta ciudad en honor de la Virgen de los Desamparados. Al volver a Zaragoza le propuso la idea al entonces alcalde, Luis Gomez Laguna, que dio el visto bueno. 

Semanas antes de la ofrenda, el ayuntamiento avisaba que “Centenares de mujeres zaragozanas, tocadas con el típico traje regional aragonés, le ofrecerán sus flores ese día. Se pretende organizar una magnifica comitiva en la que figurarán niños vestidos con el traje regional, representantes de los países hispanoamericanos, grupos de coros y danzas nacionales y extranjeros, Casas Regionales establecidas en Zaragoza, representaciones de los barrios zaragozanos, de villas y ciudades de la provincia, de Huesca y de Teruel, cerrando su marcha la reina de las fiestas y sus damas de honor.”

En el programa de actividades que se distribuyó ese año el concejal Manuel Rodeles manifestaba que la meta era alcanzar la categoría oficial de Fiesta Nacional, lo que se lograría no mucho después, cuando en 1965 fueron declaradas las del Pilar, por su llamativo desarrollo y su personalidad, Fiestas de Interés Turístico Nacional. Habría que ver lo que pensaría Rodeles si viera que este año han sido declaradas de interés turístico internacional.