Nuevas propuestas de las galerías de arte aragonesas

Esta semana varias galerías aragonesas cambian su propuesta expositiva. Después de unos meses complicados, retoman la actividad y lo hacen con interesantes propuestas.

Galería La Casa Amarilla: 'Visiones de Ediacara', de Mara Ona

Las Visiones de Ediacara que Mara Ona presenta en su primera exposición individual participan de la pulsión que anima la "unidad de la Voluntad Creativa en la Naturaleza y el Arte", como proclamó Karl Nierendorf en el prólogo al álbum de fotografías Formas del arte de la naturaleza (1928), de Karl Blossfeldt.

Inmersa en un proceso de investigación centrado en la integración de técnicas cerámicas y formalizaciones escultóricas, Mara Ona remite en sus obras a las formas primigenias del periodo geológico Ediacárico, antesala del Cámbrico, cuya historia continúa siendo un misterio abierto a todo tipo de interpretaciones y teorías entre las que prevalece su condición de experimento evolutivo fallido.

La crítica de arte Chus Tudelilla explica que el enigma acompaña a Ediacara. "No existen certezas sobre el origen, conservación y súbita desaparición de su rica fauna marina, más allá de los moldes que sus cuerpos blandos dejaron en los sedimentos. El barro los atrapó y con barro Mara Ona modela aquellos primeros organismos imaginando sus formas arcaicas que convierte en imágenes corporales, mágicas y proféticas, insólitas y fantásticas, de raigambre surreal".

Galería Antonia Puyó: 'Blackmarket', de Jorge Isla

La Galería Antonia Puyó acoge la exposición: Blackmarket , de Jorge Isla (Huesca, 1992). En ella, el artista, oriundo de Huesca, muestra una serie de piezas realizadas con teléfonos móviles defectuosos - "rotos", que recupera del ciclo de obsolescencia programada para convertirlos en una serie de lienzos destinados a ser colgados en la pared. Después de recoger las piezas, casi con cariño, Isla las ensambla con una técnica que podría considerar una especie de trencadís.

Cuenta Virginia de Diego que estos lienzos funcionan, quizás, como banderas de un mundo como una corporación que, paradójicamente, ya través de ciertos afectos, el artista convierte en una obra de arte. ¿Dónde está el límite entre la necesidad y los restos? Del azul oscuro de nuestra bandera europea pasamos al negro, negro brillante, fusionado con negro.

Galería A de Arte: Pilar Sagarra y José Verón

Ciertamente, para Pilar Sagarra, el dibujo y la pintura son el arte de vehicular sus pensamientos y dar rienda suelta a su expresividad de artista visual. La pintora sabe conjugar, con un ritmo preciso, la conexión de retina, pensamiento y movimiento de mano, para plasmar lo que su cerebro quiere, su mente piensa y su pincelada ejecuta, de manera casi automática. La autora tiene dentro de sí la formación,  los conocimientos y las ideas de su profesión de pintora, en dilatada y constante carrera artística.          

 “Todo está mi alrededor” titula la autora uno de sus cuadros, como para decirnos que ella no necesita salir de su ámbito, para encontrar un trasunto pictórico. Su propio estudio es campo de mirada y contemplación para extraer de él las figuras, los objetos, bodegones, naturalezas muertas que, como por arte del birlibirloque, pasan a través del pincel y/o de la espátula, de la existencia y la vida al cuadro.

José Verón Gormaz es un fotógrafo de raza. Es uno de esos pocos afortunados que son capaces de ver las cosas de manera distinta al resto de los mortales. Esa mirada, que penetra en la síntesis de las cosas, tan cercanas a veces, y tan ocultas siempre, es la que ha venido distinguiendo su obra desde sus primeras exposiciones, allá por 1977.

Desde entonces, con más de un centenar de exposiciones individuales, 300 premios, y un Premio Nacional de Fotografía en el 2000, nos sigue atrayendo la espiritualidad de su lenguaje visual, y aún más, nos sigue sorprendiendo su forma de integrarse en los escenarios que capta, con la prudencia y respeto del que está de paso.