Nacho Tajahuerce: "Es esencial que empleemos las armas que tenemos para contar lo que vivimos"

El zaragozano Nacho Tajahuerce es profesor y poeta, como Antonio Machado. Su nuevo poemario ‘Piedra y tijeras’ que publica en Pregunta Ediciones, es una puerta entreabierta a su “aula poética”, a través de la cual, somos partícipes de lo que vive cada día:

Ya no hay referentes

dentro de las paredes del aula.

Todo lo que pasa, no está pasando

en estos momentos.

Nadie pregunta cuál es el origen de las cosas

ni hacia dónde se dirigen.

Carpe diem para los jóvenes urbanitas.

Las palabras han pasado de moda

pero quedan las canciones.

Los ojos que no miran

están cargados de nostalgia.

Pocos sienten la responsabilidad de entender

lo que pasa a nuestro alrededor.

Sobrevivir es la palabra.

Y es que, lo que hace Tajahuerce, día a día, lo describe Fermín Herrero en el prólogo de este volumen: “brega con la muchachada en las trincheras de las Enseñanzas Medias, sosteniendo viva la llama de la pobre literatura, pese a todos los vientos contrarios y el huracán arrasador de las sucesivas leyes ministeriales”. 

En una entrevista en 'La Cadiera', de Aragón Radio, desvela el secreto para despertar la inquietud por la poesía en los jóvenes que, como dice en su poemario, tienen como héroes a los que "conducen coches deportivos y escriben canciones de rap". Y s que, para Tajahuerce, lo más importante en el aula es "crear inquietud a los chavales, para que cuando estén fuera se preocupen por otra cosa". El cómo se despierta esta inquietud, es otro tema: "hay que ir adaptándose, ahora hasta el rap se está quedando atrás con la irrupción de trap", añade.

Primero fue ‘Deshielo’, después ‘Manual de oficios’ y el ‘El rostro del mundo’ y ahora ‘Piedra y Tijeras’ (Pregunta Ediciones), con un enfoque distinto pero la misma esencia. ¿Es ‘Piedra y tijeras’ una radiografía de los institutos de la España del siglo XXI, camuflada en un libro de poesía? Y es que en sus versos está muy presente la diversidad de alumnos en las aulas. En especial, los más vulnerables:

Suena el timbre,

eres el primero en entrar.

Te sientas,

abres el libro de Historia

mientras la mayoría de compañeros

avanza con paso firme.

Antes de que se sienten

ya tienes el cuaderno abierto

con los bolígrafos preparados.

El profesor trata de poner orden

mientras hojea el libro.

Vamos por la página sesenta y siete, le dices.

Gracias, te responde.

Mientras,

la mitad de los alumnos todavía

no han sacado el libro.

La página sesenta y siete, grita el profesor.

Poco a poco

llega el silencio.

No durará mucho.

Mientras el profesor habla,

te sientes a salvo.

En el prólogo, Fermin Herrero dice que la tuya es “poesía cívica”. Un subgénero que "poetiza" los temas actuales. Poesía del "hombre que todavía cree en el hombre", aclara Tajahuerce.