Nacho del Río y Beatriz Bernad en el Principal

El Teatro Principal de Zaragoza acoge del 10 al 13 de diciembre el espectáculo ‘25 años de Jota’ con las voces de Nacho del Río y Beatriz Bernad, quienes celebran su amistad y su pasión por la jota. Se trata de un recital íntimo, que tiene el espíritu de contar, cantar, tocar y sentir la música alrededor de la jota, y de contagiar al espectador de su magia, en definitiva.

Con ellos se han reunido para celebrar estos 25 años los dos grandes bailadores que siempre les han acompañado, Alicia Guerri y Carlos Gil, y un elenco de magníficos músicos, inseparables de Beatriz y de Nacho y esenciales para el espectáculo: Alberto Gambino (guitarras acústica y española) Sergio Aso (bandurria, laúd y guitarra) Juanjo Almarza (laúd, bandurria y guita-rra), Pepín Banzo (guitarro, guitarrico y chicotén), Adoración Sánchez (violín), Pedro Beltrán (viola), Jorge Ariza (fagot) y Víctor Martín (guitarra).

Es un nuevo espectáculo de quienes están considerados no solo entre las mejores y más completas voces de los últimos tiempos, sino entre los más estudiosos de la mejor tradición de la Jota. Se han esforzado como pocos en recuperar estilos y tonadas antiguos y cuidar la elegancia de las letras.

25 años de amistad

Tanto Beatriz Bernad como Nacho del Río fueron discípulos del gran maestro Jesús Gracia, quien pensó en unirlos para una actuación muy importante en Lécera que tuvo lugar hace veinticinco años. Ambos han querido celebrar sus bodas de plata cantando junto de nuevo y de ese deseo nace este recital-concierto.

Los dos son unos de los grandes estudiosos de la historia de nuestra jota y unos de los máximos responsables de la recuperación de viejos estilos, especialmente a través de su trabajo con Alberto Gambino en los tres disco-libros de ‘La Jota ayer y hoy’. Su perfeccionismo ha sido contagioso y se ha extendido de forma irrefrenable, de modo que ahora todos saben ya que si se quiere ser algo en el mundo de la jota no hay lugar para las chapuzas ni para las faenas de aliño. Hay un antes y un después de que Beatriz Bernad y Nacho del Río se pusieran a estudiar y a trabajar.