'Miquiño mío' recoge la apasionada correspondencia entre Galdós y Pardo Bazán

La gran mayoría son las cartas que Emilia Pardo Bazán enviaba a Benito Pérez Galdos, porque como explican los autores Isabel Parreño y Juan Manuel Hernández realmente no se sabe qué ocurrió con las que él le mandaba a ella; es posible que desaparecieran en el saqueo que sufrió su domicilio durante la guerra. En todo caso, en las misivas se advierten la complicidad, el cariño y sobre todo la lealtad que tuvo la escritora con el novelista canario.

A través de la correspondencia que se cruzaron entre 1883 y 1915 se observan las fases por la que pasó esa curiosa relación, de admiración primero, llegando al grado más íntimo y que a pesar de su ruptura, después se mantuvo la amistad y la lealtad, que nunca se perdió en ningún momento.

Dos personajes inigualables que dominan perfectamente el lenguaje y la literatura, lo que engrandece incluso algo tan íntimo como es una carta manuscrita. Los escritores perdieron el contacto en 1915, de cuando data su última misiva publicada en el libro y cuyo título refleja cómo ella encabezaba la mayoría de sus escritos para él.