Las raíces pictóricas de Ana Escar

Christian Peribáñez visita el estudio de Ana Escar en Tabernas de Isuela, Huesca. La artista plástica se refugia en su estudio ubicado en la antigua casa familiar para absorber la trascendencia de los recuerdos familiares y plasmarlos en su obra. También la huella del tiempo y los recuerdos quedan reflejados en sus creaciones, al utilizar materiales de la vida cotidiana de sus antepasados en sus composiciones.

Ana Escar volvió al medio rural para alejarse del estrés, lo que le aporta tiempo y dedicación absoluta a su creación de pintura y collages. Para ella la palabra es fundamental, le viene sola y es un complemento a las obras ya que le permite jugar. Aunque también la utilice en sus pinturas, la palabra es un elemento vital en sus collages, que le permite contar historias más concretas. “El collage es una especie de terapia”, en el que utiliza material antiguo de sus casas familiares, parte de postales, telas antiguas u hojas de calco de colores.

Ana también repasa antiguos proyectos como ‘Ramas y pinturas’, una colección que hace referencia a las personas que están muy ligadas a los lugares y a la cultura que hay detrás, algo que le parece maravilloso. Y explica nuevos proyectos como ‘Amar como todos’, en el que invita a 50 personas importantes de su vida a que reflexionen sobre el verbo amar y lo hacen a través de la palabra, textos, canciones, poemas, intervenciones artísticas, en un cuaderno en el que cada página tiene dos hojas de calco detrás. De esta manera, 50 hojas de calco irán destinadas a la exposición y las otras 50 se las devolverá a sus creadores a modo de agradecimiento.