Las láminas anatómicas de Ramón y Cajal

Santiago Ramón y Cajal era un hombre que consideraba que toda obra de arte responde a una razón. Y por ello, las láminas y dibujos anatómicos que realizaba, son una síntesis de sus conocimientos, plagada de una gran sensibilidad artística. En ellas, se traslucen los secretos del médico, pero también del artista.

La Biblioteca de la Universidad de Zaragoza custodia entre sus fondos algunas de estas láminas y dibujos. Dos cierres metálicos ayudan a mantener prensadas estas láminas, restauradas hace algunos años.

Como otros anatómicos, Ramón y Cajal empleaba la forma humana como expresión fundamental del arte. Tenía una visión profunda de los órganos internos que trasladada al dibujo, rinde servicio a la plástica, pero también a la didáctica. El ganador del Premio Nobel, realizaba estas láminas en acuarela sobre un papel grueso de tonalidad azul.

El grafismo de Cajal, alcanza su máxima maestría y personalidad en la representación microscópica de las estructuras nerviosas del cerebro, el cerebelo y los sentidos. Un derroche de originalidad científica y estética, en el que además deja alguna que otra sorpresa para la posteridad.

Durante su época de catedrático en la Facultad de Medicina de Madrid, Ramón y Cajal preparó con estos dibujos una serie de murales didácticos pintados y trasladados al mural por el artista R. Padró, tal y como desvelan las firmas que figuran en ellos.

Sus láminas componen una de las colecciones artísticas más importantes de la Historia de la Medicina. Muchos expertos se preguntan, hoy en día, qué hubiese aportado Cajal a la pintura española si su vida, como anhelaba de niño, hubiese estado dedicada por completo al arte.